El ex presidente de Chile Patricio Aylwin denunció ante periodistas latinoamericanos el "contraste escandaloso" entre el hambre que afecta a unos 800 millones de personas en el mundo y el consumismo que crece tanto en los países desarrollados como en parte de las naciones en desarrollo.
"Esta es una situación que con un elemental sentido de justicia y solidaridad debe generar interrogantes e incluso actitudes de rebeldía", dijo el ex mandatario, uno de los patrocundial sobre la Alimentación que se celebrará del 13 al 17 de noviembre en Roma.
Aylwin intervino en un seminario sobre la cumbre que reunió en re que reunió en Santiago a periodistas de Arg Santiago a periodistas de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Perú, U, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Chile, convocados por la oficina regional para América Latina de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO).
La FAO organiza la cita en Roma, donde se espera reunir a unos 200 jefes de Estado y de gobierno que asumirán compromisos con vistas a erradicar la desnutrición en las primeras décadas del nuevo milenio, atendiendo las áreas críticas de la "geografía del hambre" asociadas con zonas de extrema pobreza en el mundo.
En el seminario intervinieron otros expertos chilenos, como la ex viceministra de Bienes Nacionales Pía Figueroa y el ex director de la oficina regional de la FAO Rafael Moreno, actual presidente del Instituto de Educación Rural.
El ex presidente chileno, que encabezó el primer gobierno de transición democrática entre 1990 y 1994, destacó que en los últimos 20 años la disponibilidad de alimentos por persona en el mundo ha crecido 15 por ciento.
Con respecto a la anterior reunión mundial sobre alimentación, realizadaue hoy ha bajado el porcentaje n el mundo, pero en números abs cantidad de hambrientos por el crecimiento demográfico, dijo Aylwin.
El lema "alimentos para todos" de la cumbre es un objetivo alcanzable, en la medida que exista una mejor distribución y se canalice la ayuda alimentaria hacia el Africa subsahariana y otras áreas críticas de Asia y América Latina, agregó.
Aylwin advirtió que los avances alcanzados en la producción de alimentos mediante la investigación biogenética y otros avances científicos tienen como contrapartida la degradación de los recursos naturales por el deterioro ambiental.
Los problemas de distribución y producción requieren de un tratamiento global, considerando el incremento de la población mundial, que de sus 5.700 millones pasará en el 2010 a unos 7.200 millones de seres.
En este contexto, Aylwin fustigó el consumismo, que acentúa la mala distribución y concentra la disponibilidad de recursos alimenticios en el Norte industrializado y en sectores de altos ingresos de los países en desarrollo.
Aylwin anticipó que uno de los puntos fundamentales de la declaración que los gobernantes suscribirán en la cumbre de Roma es el de proclamar el derecho a la alimentación como un derecho inalienable de los seres humanos.
El ex mandatario añadió que el acceso a la alimentación está implícito en el más fundamental de los derechos humanos, el derecho a la vida, pues las personas que no pueden atender sus necesidades básicas de nutrientes y proteínas ven cuestionada en última instancia su subsistencia.
Todo derecho, desde una perspectiva jurídica, supone una obligación correlativa, puntualizó Aylwin, agregando que sin embargo en esta materia no existe un consenso de la comunidad internacional en cuanto a "quién está obligado a concretar el derecho a la alimentación".
Moreno, al aludir al mismo tema, sostuvo que el derecho a la alimentación no existe como tal para los pobres, porque se realiza a través del poder de compra en el actual contexto de economías de mercado imperante en el planeta.
El precepto de que los pobres no estimulan el crecimiento del mercado significa que se les priva del derecho a la alimentación y va gestando una situación de injusticias que agrava los problemas y anula a menudo los planes sociales de los gobiernos.
Moreno indicó que la construcción de una ruta pavimentada hacia una zona de pobreza rural no es propiamente un factor de progreso para esa zona, sino un medio que estimulará aún más la migración hacia la urbe si no hay políticas sociales integrales.
Aylwin indicó a su vez que el hambre está asociada cada vez más a conflictos étnicos, tanto al interior de regiones subdesarrolladas como a través del crecimiento de tendencias racistas y ultranacionalistas en Europa o en Estados Unidos contra los emigrantes del otrora llamado Tercer Mundo.
Las situaciones de hambre e injusticia son una amenaza permanente contra la paz y en América Latina conspiran contra la gobernabilidad democrática, señaló el ex mandatario, aludiendo al tema de la VI Cumbre Iberoamericana.
Esta cita, que congregará en Chile desde el 7 al 11 de noviembre a jefes de Estado y de gobierno de América Latina, España y Portugal, tendrá como teme eje el de los desafíos para hacer más eficientes y participativos los gobiernos democráticos en la región. (FIN/IPS/ggr/jc/hd-if/96
