/REPET/ ESTADOS UNIDOS: Reclaman por derechos de negros e hispanos en ONU

Decenas de miles de personas, encabezados por el líder musulmán Louis Farrakhan, manifestaron hoy en Nueva York para exigir a la ONU que atienda sus reclamos de respeto a los derechos humanos de negros e hispanos en Estados Unidos.

Al menos 20.000 personas se congregaron frente a la sede de la ONU (Organización de Naciones Unidas), cuando se cumplía un año de la "Marcha de un millón de hombres" convocada también por Farrakhan, que reunió a 400.000 negros frente al Congreso de Estados Unidos en Washington.

El clérigo musulmán informó que el presidente de Libia, Muammar Ghadaffi, y el presidente de Cuba, Fidel Castro, enviaron mensajes de adhesión a la marcha de este miércoles.

"La ONU debería recibir nuestra petición, nuestro ruego de justicia y derechos humanos", dijo el reverendo Ben Chavis, ex director de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP) y organizador de la manifestación.

En materia de respeto de los derechos humanos, Estados Unidos "deja mucho que desear", agregó el religioso, organizador de la manifestación denominada "Día Global de la Expiación".

Las organizaciones negras estadounidenses intentan que la ONU preste atención a los problemas de esta minoría de 30 millones de personas desde la década del 50, cuando los actores Paul Robeson y William Patterson reclamaron medidas contra la segregación racial y otras violaciones de los derechos humanos.

Distintos activistas, desde Malcom X en la década del 60 hasta el propio Chavis desde hace una década, elevaron peticiones similares, en las que acusaron a Estados Unidos de arrestar a dirigentes políticos negros y permitir la impunidad de actos de brutalidad policial en sus comunidades.

La manifestación tiene la finalidad de llamar la atención sobre abusos contra los derechos humanos cometidos por gobiernos de todo el mundo, explicó Chavis en una conferencia de prensa.

Estados Unidos no está libre de estos abusos, agregó. "Existen violaciones a los derechos humanos y aún existen presos políticos" en este país, sostuvo el activista.

Chavis recordó la absolución la semana pasada de un policía de Nueva York acusado de asesinar a un joven portorriqueño en diciembre, acto al que calificó de "terrorismo".

El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional informó en junio sobre 90 casos de supuesto uso de fuerza excesiva por parte de policías neoyorquinos en las pasadas dos décadas.

"La evidencia indica que la gran mayoría de las víctimas de abuso policial pertenecen a minorías raciales, en especial afroamericanos, latinoamericanos y descendientes de asiáticos", sostuvo Amnistía Internacional.

La "Marcha de un millón de hombres" logró llamar la atención sobre las preocupaciones de la comunidad negra estadounidense y aumentar la importancia de Farrakhan, conductor del movimiento Nación del Islam, como líder nacional.

Con la manifestación de este miércoles, la Nación del Islam y sus aliados intentaron traducir sus preocupaciones locales a una escala mundial.

"Hemos tomado, por primera vez en la historia afroamericana, una posición en materia de política internacional", dijo el reverendo Anthony Sampson, clérigo metodista de Chicago.

El nuevo interés de los líderes negros por los asuntos mundiales se puso de manifiesto con una controvertida "Gira de la Amistad" por países como Nigeria, Sudán, Libia, Cuba, Irán e Iraq, en la que participaron, entre otros, Farrakhan, Chavis y Sampson.

Esta preocupación se origina, en parte, por el número cada vez mayor de jóvenes negros que revistan en las fuerzas armadas de Estados Unidos. "Dentro de poco, los chicos negros dispararán contra africanos", advirtió Sampson.

Chavis agregó que Washington debe mejorar su papel en la ONU, y mencionó en ese sentido los 1.500 millones de dólares de deudas con el cuerpo mundial y el anuncio por parte del presidente Bill Clinton del uso del veto a un segundo período de Boutros Boutros- Ghali al frente de la Secretaría General.

"Estados Unidos no debería presionar a Boutros-Ghali para que abandone la ONU. No queremos grandes superpotencias que se impongan" en las organizaciones internacionales, sostuvo el activista.

A pesar de la notoriedad que obtuvo gracias a la "marcha de un millón de hombres", la Nación del Islam recibe numerosas críticas por sus posiciones en materia de política internacional.

Durante la "gira de la amistad", Farrakhan defendió al régimen islámico de Sudán de las acusaciones que se le formulan por violaciones a los derechos humanos, en especial la práctica de la esclavitud.

Además, el líder musulmán elogió al dictador de Nigeria, general Sani Abacha, y visitó países que sufren sanciones económicas y políticas de Estados Unidos, como Libia, Cuba, Irán e Iraq.

"Personalmente, creo que lo que se ha hecho y dicho es completamente atroz", dijo esta semana el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, en el programa televisivo Meet the Press, al ser consultado sobre las actividades de Farrakhan.

Gore anunció que el gobierno investiga si el líder de Nación del Islam cometió algún acto ilegal, pues se le acusó de recibir millones de dólares del libio Ghaddafi.

Farrakhan replicó, en una entrevista al canal CNN, que "la historia registrará este viaje como uno de los más grandes realizado por un afroamericano en pro de la justicia y la paz".

Pero muchos activistas negros también cuestionaron el respaldo de Farrakhan a dictadores africanos.

"Uno puede visitarlos y ser duro con sus regímenes, pero algunos de los comentarios de Farrakhan fueron preocupantes", dijo un activista que reclamó reserva sobre su identidad.

Mwiza Munthali, portavoz del grupo TransAfrica, sostuvo que el respaldo de Farrakhan al general Omar al-Bashir, dictador de Sudán, eludía las violaciones a los derechos humanos en ese país.

"Contamos con informes fidedignos de que la esclavitud continúa. Este régimen, con o sin esclavitud, no es democrático y está destruyendo al país más extenso de Africa", agregó Munthali.

De cualquier manera, Farrakhan demostró que es uno de los pocos líderes negros capaces de movilizar a su comunidad.

Farrakhan tiene la intención de ejercer una presión más activa frente a Washington en materia de política internacional, para lo que se propone enrolar millones de ciudadanos negros en los registros cívicos y asegurarse de que voten. (FIN/IPS/tra- en/fah/pz/mj/hd ip pr/96

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