La creciente proporción de ancianos en la población de países industrializados y en desarrollo es uno de los mayores desafíos que enfrentarán las generaciones futuras como consecuencia del crecimiento demográfico planetario.
La población mayor de 60 años se triplicará y la cantidad de pensionistas se duplicará hacia el 2100, según estimaciones del Instituto Internacional para Sistemas de Análisis Aplicados (IIASA).
Wolfgang Lutz, director del proyecto de población de IIASA, dijo este viernes que actualmente 9,5 por ciento de la población mundial tiene más de 60 años, y que esta proporción aumentará casi 20 por ciento antes del 2050, y hasta 26,8 por ciento a fines del 2100.
Simultáneamente, la proporción de gente de 14 y menos años caerá del actual 31 por ciento a 17 por ciento de los 10.400 millones de personas que habitarán entonces el planeta, dijo Lutz.
"Esto tendrá un impacto significativo sobre las sociedades, y causará serios problemas con los sistemas de pensiones en todo el mundo", dijo Lutz, editor del informe de IIASA "La futura población del mundo: ¿Podemos asumirla hoy?".
IIASA es un centro de investigación en el que participan academias de ciencias de 17 países altamente industrializados.
A excepción de Medio Oriente y el norte de Africa, el resto de las regiones enfrentará el problema de la población envejecida. El país más afectado será China, cuya política de un hijo por familia comienza a dar resultados.
En el 2015, uno cada cuatro chinos será pensionista, por lo cual cada trabajador deberá hacerse cargo de cinco chinos inactivos y envejecidos. China tiene ahora 1.200 millones de habitantes.
En los países en desarrollo, la población mayor de 60 años aumentará del siete por ciento actual a 17 por ciento en el 2050, y a 26 por ciento cinco décadas después.
En los países industrializados, habrá un aumento del actual 18 por ciento a 33 por ciento en 2100.
Las predicciones de IIASA difieren significativamente de las de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El organismo mundial basa sus estimaciones en distintas hipótesis de fertilidad, mientras asume que los índices de mortalidad y migración serán constantes.
La IIASA, por otro lado, toma tres distintos escenarios, y el más probable es el promedio de ambos extremos, destacó el experto.
Según los cálculos de IIASA, las posibilidades de que la población mundial se duplique en el próximo siglo son remotas. Bajo el escenario "más probable", la población crecerá de los 5.800 millones actuales a 8.000 millones en el 2020, 9.900 millones en el 2050 y 10.400 millones en el 2100.
La ONU predice que la población mundial será de 11.200 millones en el 2100.
Pero, según el informe de IIASA, es necesario cuestionar el aumento de la fertilidad que asume la ONU. "Demasiadas evidencias apuntan a una baja fertilidad", sostuvo Lutz, y destacó que entre 1990 y 1995 el índice de fertilidad "cayó en todas las regiones del planeta".
Según los autores del informe, habrá un debilitamiento general de la familia en términos de menor número de matrimonios y creciente tasa de divorcios, y mayor independencia y orientación a las carreras profesionales de las mujeres.
Asimismo, "un cambio de valores hacia el materialismo y el consumismo" se suma a las razones que apuntan a la caída gradual de la fertilidad.
Crecientes niveles de acceso a atención médica y educación elevaron la expectativa de vida de la persona promedio en el mundo en desarrollo, aunque el virus del sida y menor calidad de vida afectarán el índice de mortalidad en diferentes partes del mundo.
La migración es el factor más impredecible. Antes de 1989, por ejemplo, nadie prevía la caída de la cortina de hierro y el éxodo de migrantes y refugiados del ex bloque del este hacia Europa occidental.
En el caso de Alemania, la inmigración aumentó de 3.000 a comienzos de los '80 a 378.000 a principios de esta década. En el próximo siglo, América del Norte podría esperar una migración neta de un millón de personas, y Europa medio millón, dijo Lutz.
No obstante, señaló que la migración no depende únicamente de los llamados factores "de atracción-rechazo", como la pobreza, que expulsa a la gente fuera de sus países, o las posibilidades de empleo que la atraen a otros. En general, depende de las política del país anfitrión.
Ante un creciente nacionalismo y mayor violencia, los países industrializados endurecieron en los últimos años sus leyes de inmigración y asilo.
La mayoría de los países en desarrollo registrarían un aumento demográfico destacado, en particular durante la primera mitad del próximo siglo.
Pero en ese período, los países industrializados de la región del Pacífico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Europa occidental y central y la parte europea de la ex Unión Soviética experimentarán caídas del número de sus pobladores antes del 2050.
Una región industrial que desafiaría esta caída es América del Norte. Según Lutz, con "99 por ciento de seguridad" la población de la región aumentará de los actuales 297 millones a entre 320 y 400 millones en el 2020. Por lo tanto, podría llegar a 482 millones en el 2100.
Pero estas cifras están basadas en una migración continuada. Cualquier decisión de Estados Unidos o Canadá, o ambos, para reducir significativamente la migración tendría consecuencias sobre estas proyecciones. (FIN/IPS/tra-en/sr/rj/lp/pr/96