PERU: Shell destruye la Amazonia, denuncian indígenas

La extracción de gas en la cuenca amazónica de Perú por parte de la multinacional Shell fue denunciada en esta capital por un líder indígena, al recibir el Premio Internacional contra la Esclavitud de 1996.

Milton Silva Bautista advirtió, al aceptar el premio en nombre de la Organización Indígena Regional de Atalaya (OIRA) de grupos ashaninka de la Amazonia peruana, que la operación "es extremadamente peligrosa para nosotros, sabemos la clase de cosas que ha hecho Shell".

El proyecto de Shell amenaza con reinstaurar las condiciones de esclavitud a las que han sido sometidos los ashaninka, al atraer a otra gente al área, quienes podrían robar tierras restituidas a los indígenas tras una campaña de OIRA, denunció Bautista.

El vocero de Shell International Eric Nickson dijo a IPS que la empresa se ha comunicado con muchos grupos en Perú, incluyendo líderes de comunidades religiosas, los cuales dieron la bienvenida a la compañía y le solicitaron oportunidades de empleo, ayuda en la educación y atención médica.

OIRA ganó el premio por su campaña contra la esclavitud, basada en el logro de la independencia económica de los ashaninka mediante la adquisición de títulos de propiedad para los indígenas.

Miles de ashaninka estaban atados a sus empleadores por deudas incluso hasta la década de 1980. En 1954, se abrió un mercado privado de esclavistas en la ciudad de Atalaya, y durante los años '60, 30 por ciento de los adultos de un grupo indígena habían tenido la experiencia directa de la esclavitud.

La lucha de los ashaninka se hizo pública en 1985, cuando el mundo fue informado de que comunidades enteras de la región de Atalaya eran retenidas bajo custodia y utilizadas como fuerza de trabajo en concesiones madereras.

Hubo informes de mujeres violadas delante de sus maridos, trabajadores marcados a fuego por intentar escapar y niños de cinco años bautizados y entregados a los empleadores.

OIRA comenzó a documentar los casos e informarlos al Ministerio de Trabajo de Perú y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, en un proceso que finalmente llevó a la emancipación de más de 6.000 personas.

Los ashaninka también recuperaron el control de sus propias tierras y recursos. OIRA, con asistencia financiera del gobierno de Dinamarca, mapeó la tierra que cada comunidad necesitaba para lograr la autosuficiencia. Las tierras fueron registradas bajo un esquema de títulos independientes, y se pagaron compensaciones.

OIRA ingresó al proceso político de Perú, participando en elecciones municipales que llevaron a la comunidad a controlar 20 municipios en la región. Además, extiende el proyecto a otras comunidades del área.

Pero Bautista advirtió que todos estos logros se perderían ante el proyecto de extracción de gas de la multinacional angloholandesa, instalada hace dos meses en Atalaya, habitada por 50.000 ashaninkas y otros grupos como los matchigüenka.

Anti-Slavery International, que promueve la erradicación de la esclavitud y prácticas semejantes, también está preocupada por la amenaza de Shell. Su presidente, Reggie Norton, señaló que la organización vigila a la multinacional y otras empresas que llegan a la región.

Un vocero de Survival International dijo que la organización está especialmente preocupada por la búsqueda de petróleo de Mobil en el Río de las Piedras, cercano a la región donde viven los ashaninka. El valle es hogar de tres grupos indígenas aislados que mantienen su forma original de vida.

En respuesta, Mobil afirma que sigue una estricta política para asegurar que no haya contacto con los indígenas, y su personal recibe cursos de sensibilización ambiental y controles médicos.

Cuando Shell prospectó en el río Camisea en 1985, entre 50 y 100 indios nahua murieron porque madereros que seguían a Shell entraron en contacto con ellos y les transmitieron tos convulsa y pulmonía. El antecedente recuerda que otros pueden repetir el error, alertó Mazower.

El vocero de Shell Nickson dijo que la compañía no planifica abrir caminos en la región, porque los ríos serán utilizados para el transporte.

Sobre las enfermedades de 1985, Nickson dijo que los madereros se dirigieron al área antes de que llegara Shell, y que "las enfermedades ya existían en el área". (FIN/IPS/tra-en/dds/fn/lp/pr-ip-en/96

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