Al crear el Ministerio de la Mujer el gobierno de Perú abrió un debate conceptual sobre los límites de la problemática de la condición femenina y sobre su vinculación con otras temáticas sociales.
A juzgar por las características del futuro Ministerio de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano, el presidente Alberto Fujimori considera que en este país la superación social de la mujer debe encabezar, y quizás arrastrar, el avance de otros sectores igualmente marginados.
La nueva cartera asumirá el personal y los objetivos de entidades que se ocupan de muy diversos campos: asistencia alimentaria, bienestar familiar, políticas de población, situación de los desplazados por la violencia política, adopciones, infancia y juventud.
También se le adjudican el Instituto Indigenista, las beneficiencias públicas regionales, el sector de impedidos físicos, casas cuna para trabajadoras e inclusive el Comité Técnico de Prevención del Uso Indebido de Drogas y el Instituto Nacional de Deportes.
"Se trata de organismos afines con la promoción de la mujer, la niñez, la juventud y la familia. Será bueno que los altos funcionarios varones tengan como jefe a una mujer capaz, que sea ministra", dijo Fujimori.
Pero tal diseño, descrito en un decreto ley promulgado este martes, no satisface a algunos sectores políticos, ni tampoco a todas las dirigentes feministas, que critican la heterogeneidad de áreas sociales y objetivos.
Mercedes Cabanillas, ex ministra de Educación y ex diputada del Partido Aprista, considera que tiene "exagerada orientación asistencialista, y no conjuga una propuesta específica sobre los problemas de la mujer, con metas y objetivos propios".
Victoria Villanueva, directora del Centro de Análisis del movimiento feminista Manuela Ramos, considera a su vez que "se han puesto demasiados asuntos y el ministerio será un cajón de sastre, en el que habrá de todo".
En su opinión, la futura cartera debería promover la igualdad de la mujer y priorizar funciones como la coordinación de acciones contra la violencia familiar y el abuso sexual.
Por su parte, Virginia Vargas, del movimiento feminista Flora Tristán, ex coordinadora para América Latina de la Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en 1995 en Beijing, no considera negativa la amplitud de áreas sociales que deberá encarar el Ministerio, pero anota la falta de definición de metas concretas.
"Me parece que la ley debió expresar explícitamente que promoverá la participación política de la mujer como ciudadana, dentro de una perspectiva de igualdad y equidad de género, es decir garantizar los mecanismos que permitan a la mujer acceder a una redistribución del poder", comentó.
Vargas espera que cuando el presidente designe a la ministra y ésta a su vez nombre a su viceministra de Desarrollo de la Mujer, "ambas elaborarán un Plan de Igualdad, que recoja y ponga en práctica el compromiso que asumió Fujimori cuando asistió a la cumbre de Beijing".
Artura Granados, especialista en temas de género de la asociación Calandria, estimó que "el nuevo Ministerio pemitirá al Estado peruano poner en práctica las políticas para cumplir los acuerdos de Beijing".
El anuncio por Fujimori de la próxima creación del Ministerio de la Mujer, hace dos semanas, tomó por sorpresa a la oposición.
Fujimori recordó entonces que en 1996 se creó en el Congreso la Comisión de la Mujer y esta mes se nombró a la abogada feminista María del Rocío Villanueva como Defensora de los Derechos de la Mujer.
Algunos parlamentarios opositores objetaron la iniciativa, calificándola de innecesaria o sospechosa .
"La creación de ese ministerio me parece que esconde posibles intenciones electoralistas. Habrá que escudriñar los motivos ocultos", comentó la congresista Lourdes Flores, del Partido Popular Cristiano.
"El problema de la mujer peruana es el hambre que padecen sus hijos. Ese problema no se resolverá creando un ministerio más. El gobierno debe aumentar las inversiones sociales, generar mayor oferta de empleos y decretar un aumento de salarios", opinó por su lado el parlamentario de izquierda Javier Diez Canseco.
Algunos opositores respaldaron la iniciativa, como la presidenta de la Comisión Parlamentaria de la Mujer, Beatriz Merino.
"Fujimori fue el unico presidente que asistió a la conferencia mundial de Beijing, en donde se comprometió a cumplir todos los acuerdos adoptados allí. Creo que a nivel institucional está cumpliendo su compromiso", comentó.
Al definir el perfil de la futura ocupante del cargo, Fujimori dijo que deberá tener "39 años, ser casada y con dos hijos".
Aunque después aclaró que se trató de una broma, se supone que identificó a una persona de edad mediana, que comparte los problemas de las mujeres comunes y con no demasiados hijos, para ser congruente con la política de población que, entre otras cosas, deberá manejar. (FIN/IPS/al/dg/ip-pr/96
