Los adolescentes de Perú se mantienen al margen de la polémica estallada entre el Estado y la Iglesia Católica sobre la educación sexual en el sistema escolar.
La Iglesia y el Ministerio de Educación concluyeron casi simultáneamente la edición de sus respectivas cartillas sobre información sexual, difundidas en fase de entrenamiento a los profesores de los colegios estatales y de los privados de línea religiosa.
La confrontación de sus diferentes contenidos y antagónicos objetivos fue durante varias semanas tema destacado en la prensa local.
Sin embargo, muy pocos estudiantes saben que el gobierno y la Iglesia ya tienen listos los textos que se usarán a partir del próximo año en los cursos sobre orientación familiar.
El libro elaborado por el Ministerio es un instrumento de la política demográfica del Estado, pues se propone sembrar desde la infancia conocimiento de las distintas posibilidades de control de la natalidad.
Para la Iglesia Católica, la cartilla de orientación sexual elaborada por su Conferencia Episcopal es una trinchera para defender la castidad como supremo valor moral, que admite el sexo únicamente dentro del marco matrimonial.
En abril de este año circuló un proyecto de "Guía de orientación metodológica de educación sexual", documento de trabajo para profesores que desató las iras de la Iglesia, según la cual se trataba de una autorización implícita al desenfreno sexual juvenil.
La Iglesia consiguió que el Ministerio eliminara la mención del aborto entre los procedimientos contraconceptivos y que se atenuaran expresiones sobre homosexualidad, masturbación y vida sexual en la adolescencia.
El presidente Alberto Fujimori mantuvo, sin embargo, el objetivo fundamental del proyecto: la exposición de todas las técnicas para evitar la concepción, y el Ministerio de Educación presentó el 8 de septiembre la "Guía de educación familiar sexual".
"El 13 por ciento de los adolescentes ya inició su vida sexual. La mayor parte de las madres solteras son menores de edad, cada año hay en Perú 250.000 embarazos no deseados que culminan en abortos, por tanto la educación sexual es necesaria para la juventud", afirmó Fujimori.
El texto "no menciona en ninguna parte a Dios", replicó la Iglesia, presentando a la prensa su cartilla alternativa "Orientación para la educación sexual", en la que sólo se mencionan los métodos anticonceptivos naturales.
Pero no todos los sacerdotes están de acuerdo con la decisión del Consejo de Obispos de enfrentar el texto oficial de orientación sexual con otra cartilla, aunque ésta se mantuviera dentro de las pautas conceptuales aceptadas por la Iglesia.
Uno de los prelados más conservadores, Luis Ciriani, obispo de la ciudad de Ayacucho, expresó su disconformidad en duros términos.
"Dar información sobre métodos anticonceptivos a los jóvenes es autorizarlos a iniciar su vida sexual. Considero que tener sexo a los 16 años es prostitución. Las jovencitas que tienen relaciones sexuales a los 14 son prostitutas que ofenden a Dios", dijo.
Unos 50 estudiantes de secundaria consultados por IPS, cuyas edades oscilan entre los 14 y 17 años, indica que sólo cuatro (tres mujeres y un varón) sabían que el Estado y la Iglesia han preparado cartillas escolares sobre educación sexual.
Los estudiantes encuestados coincidieron en anticipar que el libro de la Iglesia será probablemente "muy conservador" y algunos añadieron "poco práctico".
"Espero que la Iglesia no nos venga con ejemplos sobre semillitas para explicar cómo ocurren los embarazos", comentó Edgardo Falla, de 15 años, alumno de un colegio estatal.
Tras superar el rubor y las risas nerviosas iniciales, Raquel Zenteno, 14 años, alumna de un colegio privado dirigido por religiosas, opinó que "el libro de la Iglesia posiblemente no tendrá ilustraciones".
Todos los consultados se declararon enterados "de cómo es en realidad el sexo", 64 por ciento dijo que aprendieron lo que sabían al respecto conversando con amigos y 24 por ciento señalaron que algunos profesores les hablaron sobre paternidad responsable e higiene sexual.
Una minoría, 12 por ciento, declaró haber recibido información sexual por sus padres. Ese grupo estuvo constituido íntegramente por mujeres, quienes precisaron que su fuente fueron sus madres.
Una investigación realizada en Lima entre 700 adolescentes de entre 11 y 17 años demostró que 32 por ciento consideran que la mayor utilidad que les proporcionará recibir educación sexual es la prevención del sida y 26 por ciento información precisa y fiable sobre métodos anticonceptivos.
Mientras tanto, 12 por ciento indicó que les puede suministrar datos sobre cómo evitar enfermedades venñereas y 7,4 por ciento sobre la manera de hacre el amor. (FIN/IPS/al/dg/pr-he-cr/96
