ONU: Dieciséis mandatarios critican curso de las reformas

Dieciséis mandatarios de todo el mundo expresaron esta semana su decepción ante el curso de las reformas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), afectada por la burocracia y una grave crisis financiera.

"Mientras se inaugura la 51 sesión de la Asamblea General, debemos mirar la realidad a los ojos: las expectativas que compartimos no han sido satisfechas", dice la declaración conjunta.

Los líderes de Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Costa de Marfil, República Checa, Egipto, Holanda, India, Indonesia, Irlanda, Jamaica, Japón, México, Sudáfrica y Suecia sostienen que la moral está baja y que el compromiso con la Carta de las Naciones Unidas está en declive.

En la celebración del 50 aniversario del foro mundial, el pasado octubre, los 185 miembros de la Asamblea General expresaron su confianza en la revitalización de la organización.

Pero un año después, señalan los líderes, la ONU está afectada por la misma crisis financiera y además por la incapacidad de alcanzar un consenso sobre las reformas que requiere la organización en general o el Consejo de Seguridad en particular.

"O las naciones avanzan hacia la reforma y el fortalecimiento del sistema de la ONU, o deberemos enfrentarnos a una menor solidaridad, un mayor unilateralismo y quizá conflictos o la inobservancia del derecho internacional y los valores comunes", advirtieron los mandatarios.

Cinco grupos de trabajo de la ONU, que debían elaborar propuestas para reestructurar el sistema y resolver la crisis financiera, culminaron sus deliberaciones el mes pasado sin llegar a una decisión.

Se prevé que los grupos retomarán sus discusiones a comienzos del próximo año, informó el presidente de la Asamblea General, el malasio Razali Ismail.

En una referencia indirecta a Estados Unidos, la declaración dice que "todos los países, sin excepción, deben pagar sus contribuciones en forma total, en tiempo y sin condiciones".

Estados Unidos no sólo debe más de 1.200 millones de dólares al presupuesto regular de la ONU, sino que decidió unilateralmente reducir su aporte para el presupuesto de mantenimiento de la paz de 31 a 25 por ciento, en clara violación a la Carta de las Naciones Unidas.

"Es importante que la única superpotencia y mayor economía del mundo cumpla con sus contribuciones como lo hacen otros países", resaltó el canciller australiano Alexander Downer.

Mientras, el canciller indonesio Ali Alatas señaló que "lamentablemente, los países industrializados están cada vez menos dispuestos a abordar cuestiones críticas de nuestro tiempo" a través de la ONU. "Ninguna organización puede ser reformada dejándola desfinanciarse", añadió.

El primer ministro sueco Goran Persson, uno de los signatarios de la declaración conjunta, observó que, a sus 50 años, la ONU es objeto de crítica y de desconfianza.

"Pero la tarea del foro mundial no ha sido precisamente facilitada por la negativa de algunos estados miembros a brindarle recursos adecuados", resaltó el mandatario.

Destacó que aunque la ONU tiene muchos defectos como la inercia burocrática, la resistencia al cambio y la ineficacia en varias áreas, también ha tenido sus historias de éxito, como en los casos de Camboya, El Salvador y Mozambique.

Persson cree que la reforma del foro mundial no implica necesariamente una reducción de sus dimensiones. "En algunas áreas, incluso tendríamos que ampliar la organización", opinó. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/ml/ip/96

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