El secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Boutros Boutros-Ghali, inauguró hoy en esta ciudad el Tribunal Internacional de Derecho Marítimo, en un hecho "verdaderamente histórico".
La función del Tribunal consiste en resolver disputas sobre 75 por ciento de la superficie del planeta, dijo Boutros-Ghali a diplomáticos y otros representantes oficiales de unos 70 países, que presenciaron el juramento de 21 destacados jueces de todo el mundo.
Los magistrados son algunos de los principales contribuyentes a la creación en 1982 de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (UNCLOS), que en adelante aplicarán.
UNCLOS fue finalizado en 1982 tras nueve años de negociaciones. Luego se sucedieron 12 años de disputa sobre la demanda de las naciones industrializadas de mayor libertad para explotar los minerales que se encuentran bajo el lecho marino internacional.
Los estados firmantes del tratado encargaron al Tribunal la interpretación de la Convención y su aplicación. Thomas Mensah, de Ghana, será su presidente, y el alemán Ruediger Wolfrum será el vicepresidente.
Mensah fue el principal experto de la Organización Marítima Internacional de la ONU hasta 1990, y Wolfrum dirige desde 1993 el Instituto Max Planck de Derecho Público Comparado e Internacional en la ciudad universitaria de Heidelberg.
El Tribunal incluye juristas de Belice, Camerún, Corea, China, Japón y Tanzania, entre otros, que trabajarán en un edificio alquilado en la ciudad-estado de Hamburgo hasta 1999, cuando la corte posea su propia sede en el selecto distrito de Nienstedten.
La construcción de la nueva sede costará unos 82 millones de dólares, 80 por ciento de los cuales serán pagados por el gobierno federal de Alemania y el resto por Hamburgo.
"El Tribunal será una institución moderna que defenderá las leyes no sólo en disputas entre países, sino también entre éstos, la Autoridad Internacional del Lecho Marino, empresas e individuos comprometidos en la explotación del lecho marino internacional", destacó Boutros-Ghali.
La corte tendrá competencia especial para prescribir medidas provisionales cuando el ambiente oceánico se vea amenazado, y podrá ordenar la pronta liberación de embarcaciones detenidas mediante el depósito de una fianza.
También podrá crear comisiones especiales para atender rápidamente todo tipo de disputa en relación a pesca, comunicación, navegación y contaminación del océano.
Dado que las disputas marítimas pueden ser fuente de conflicto entre estados, el Tribunal tiene una importante función a cumplir en la construcción de una sociedad internacional subordinada a las leyes.
Según Wolfrum, el Tribunal marca "un gran avance en materia de resolución de disputas". Hasta ahora, las controversias marítimas eran derivadas a la Corte Internacional de Justicia, en La Haya. (FIN/IPS/tra-en/raj/rj/ml/ip/96