NACIONES UNIDAS: Acusan a la ONU de actuar como una multinacional

Los países en desarrollo están acusando a la secretaría de la ONU de seguir el camino de las corporaciones multinacionales, al redimensionar la organización y reclutar o despedir personal a voluntad.

"Las Naciones Unidas no venden una mercadería cuya producción puede ser aumentada o disminuída a voluntad, según las ganancias", observó la embajadora Nazareth Incera, de Costa Rica.

Hablando en nombre de los 132 países que componen el Grupo de 77, Incera expresó que el secretario general Boutros Boutros-Ghali "ha mostrado una tendencia excesiva hacia un estilo de administración corporativa" al poner en marcha su política de personal.

Ese estilo está muy lejos de los principios expresados en la Carta de la ONU, la cual urge que las 14.000 personas empleadas por la secretaria en todo el mundo mantengan la mayor diversidad posible de naciones, apuntó.

"Creemos que los padres fundadores de esta institución no tuvieron intención alguna de establecer un organismo que funciona sobre la base del valor del dinero", agregó.

"Es de extremada importancia que la nueva dirección hacia la llamada mentalidad 'corporativa' no destruya el tejido del servicio civil internacional", dijo.

Como parte de su reforma del sistema de la ONU, el secretario general está despidiendo a 1.000 empleados, la mayoría a través de arreglos, desgaste o separaciones voluntarias, para salvar costos y salvar de la insolvencia al organismo mundial.

El mes pasado, la secretaría decidió "despedir obligatoriamente" 31 miembros del personal, 19 de los cuales pertenecen a naciones en desarrollo, incluyendo Jordania, Líbano, Lesotho, Argelia, Malasia, Libia, Tunez, Burkina Faso y Filipinas.

Incera dijo que el secretario general debería explicar "porqué pretende eliminar las funciones cumplidas por cada puesto y el efecto de esa medida sobre la puesta en marcha de programas y actividades de la ONU".

"Además, ha quedado demostrado que esos profesionales eran calificados servidores civiles, como lo requiere la Carta", acotó Incera.

Añadió que tambien preocupa al Grupo de 77 que cierto plantel profesional esté siendo reemplazado por consultores o individuos reclutados mediante breves contratos o traslados temporales por parte de gobiernos. "Nos gustaría que la secretaria indique los países de orígen de ese personal y el motivo de su sustitución".

"¿Como se justifica, por ejemplo, que en medio de un congelamiento de contrataciones, se reclute personal en varios niveles e incluso se lo promueva, sin que esos ascensos hayan sido aprobados por la Asamblea General?", demandó.

Irónicamente, Estados Unidos, que ha acusado a Boutros-Ghali de haber fracasado en la reforma del organismo mundial, ahora está defendiendo su derecho de reclutar o despedir empleados de la ONU frente a las críticas del Tercer Mundo.

"Contribuiríamos poco, de todos modos, su quisieramos intentar, como una comisión de 185 miembros, realizar el trabajo del secretario general", apuntó a la Comisión Administrativa y de Presupuesto de la ONU, la embajadora Madeleine Albright, de EE.UU.

Albright reaccionó ante una protesta colectiva del Grupo de 77, el cual dijo que Boutros-Ghali no puede despedir personal compulsivamente sin explicar el negativo efecto de esas acciones sobre los programas de la ONU aprobados por la Asamblea General.

La embajadora estadounidense adujo que Boutros Ghali estaba actuando en el marco de sus derechos como máximo funcionario administrativo de las Naciones Unidas.

"No podemos asumir la tarea de escrutar todas las decisiones referidas al personal, toda medida que autoriza o no viajar, o cada decisión para mover al personal de aquí hasta allá", dijo.

"Ese nivel de microadministración es una receta para la parálisis de esta institución", advirtió.

La defensa del secretario general por parte de Albright se produjo en momentos que Estados Unidos ya anunció que vetará un segundo período de Boutros-Ghali cuando se proponga su reelección el mes próximo.

La administración del presidente Bill Clinton está tratando de negar a Boutros-Ghali un segundo mandato aduciendo que no hizo lo sauficiente para cortar los costos y el derroche en la ONU.

La defensa de Albright dió lugar a especulaciones que la administración Clinton podría cambiar de opinión si resulta reelecto el próximo 5 de noviembre.

Los despidos de personal son parte de una reducción de 154 millones de dólares en el presupuesto de la ONU por 2.600 millones de dólares del bienio 1995-1996.

Rosemary Waters, presidenta de la Comisión de Personal de la ONU, declaró el mes pasado que "el servicio civil está luchando por la supervivencia".

Dirigiéndose a Boutros-Ghali, que compartió el podio con ella con motivo del día del personal de la ONU, Waters expresó que no había motivo para despedir obligatoriamente a los 31 funcionarios.

"Hay suficientes puestos vacantes para reubicarlos. Con una pequeña inversión para formarlos pueden seguir siendo una parte productiva de esta organización", expresó.

Waters tambien señaló que muchos empleados habían desechado lucrativas oportunidades para ser parte de la misión de las Naciones Unidas. "Durante los años de crecimiento, la ONU nos necesitó. Es injusto que algunos de nosotros sean expulsados ahora como productos que no se venden", apuntó. (FIN/IPS/tra- en/td/yjc/ego/ip).

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