MEXICO: Oposición, analistas e Iglesia cuestiona pacto económico

Líderes de oposición, analistas y portavoces de la Iglesia Católica de México coincidieron hoy en que un nuevo pacto suscrito el fin de semana entre el gobierno y los sectores productivos es resultado de prácticas antidemocráticas que empobrecerán aún más a la población.

Tras menos de una semana de negociaciones, el gobierno y los greminos de empresarios, sindicatos y campesinos -estos dos últimos vinculados al partido oficialista- firmaron la Alianza para el Crecimiento Económico (ACE), el 17 acuerdo de su tipo suscrito en México desde 1987.

La ACE, que proyecta un crecimiento económico no menor a cuatro por ciento para el año próximo, definió un alza de 17 por ciento en los salarios mínimos a partir de diciembre e incrementos de 14 a 22,4 por ciento en los costos de la electricidad y los combustibles para 1997.

Para los opositores Partido Acción Nacional (derecha) y de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda) el acuerdo es una violación a la Constitución y a los principios democráticos, pues no consideró la opinión del Congreso y pasó por alto la voluntad de los gremios independientes.

Según el gobierno, el nuevo convenio, que confirma las estrategias financieras oficiales calificadas por la oposición de "neoliberales", permitirá al país avanzar hacia la recuperación plena de su economía luego de la crisis estallada a fines de 1994.

"No es tiempo de relajar el esfuerzo, sino de apretar el paso, unidos en nuestra alianza daremos el siguiente paso para avanzar en el crecimiiento con mejores frutos para todos", dijo el presidente Ernesto Zedillo.

Para la analista Carmen Herrera, del Centro de Reflexión y Acción Laboral, el acuerdo "cupular" dejó en claro que para el gobierno "las prioridades son el crecimiento macroeconómico y construir condiciones atractivas para la inversón extranjera, no para mejorar las condiciones de vida de la población".

Los resultados de los anteriores pactos demuestran que el ACE será otro engaño, declaró.

Entre la firma del primer acuerdo, en diciembre de 1987, y este último la canasta de productos básicos en México se encareció 663,3 por ciento, mientras los salarios aumentaron sólo 375 por ciento.

El Centro de Análisis Multidisciplicario de la Universidad Nacional Autónoma de México señaló que durante la etapa de los pactos el salario mínimo perdió 69,4 por ciento de su poder adquisitivo.

Ese hecho demuestra que las estrategias de recuperación se han basado en la contención salarial, señala el organismo.

El aumento de los costos de servicios contemplados en la nueva alianza causará más inconformidad y desaliento entre la población, advirtió el obispo Luis Morales, vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

"Aumentar más los servicios que el salario mínimo contradice la intención de que los beneficios macroeconómicos se reflejen en la economía familiar", expresó.

El último ACE se firmó tras 12 días de inestabilidad en los mercados financieros locales, que se expresó en depreciaciones de la moneda y bajas en la Bolsa de Valores.

Héctor Larios, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, vaticinó que el ACE estabilizará los mercados y permitirá además avanzar hacia la superación de los rezagos sociales del país.

En contraste, Rosario Ibarra, diputada del PRD, opinó que provocará un mayor empobrecimiento en un país donde más de la mitad de sus 91 millones de habitantes son pobres. (FIN/IPS/dc/dg/ip-pr/96)

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