El canciller de Paraguay, Ruben Melgarejo, concluyó hoy una visita de dos días a Brasilia, marcada por la discusión de proyectos para ampliar la integración física entre ambas naciones.
La construcción de esclusas en la represa de Itaipú, para llevar la hidrovía Tieté-Paraná de la frontera entre los dos países hasta el Rio de la Plata, un segundo puente fronterizo y la ampliación de la central hidroeléctrica de Itaipú son las grandes obras binacionales previstas.
La realización de todas ellas enfrenta fuertes obstáculos.
Hay voluntad política de hacer las esclusas, que abaratarían em mucho el transporte de granos exportados por ambos países, manifestaron Melgarejo y el canciller brasileño Luiz Felipe Lampreia este miércoles en Brasilia.
La decisión, sin embargo, dependerá de estudios técnicos, teniendo en cuenta que los costos serían muy elevados en razón de que la represa es muy alta y su construcción se hizo sin prever la posibilidad de esclusas.
Itaipú se construyó bajo el régimen militar brasileño, que alimentaba rivalidades con Argentina.
Un segundo puente sobre el río Paraná, negociado en 1993 con el objetivo de reducir el congestionamiento del Puente de la Amistad, fue rechazado por el parlamento paraguayo, por cuestiones políticas.
Denuncias de que una empresa del presidente Juan Carlos Wasmosy habría sido favorecida indebidamente en la construcción de Itaipú no contribuyen a la aprobación del poryecto para levantar un segundo puente durante su gobierno.
Por el Puente de la Amistad, que ya tiene casi 30 años, pasan diariamente decenas de miles de personas que van hacer compras a la paraguaya Ciudad del Este.
También circulan por esa vía los camiones que transportan la mayor parte de las importaciones y exportaciones de Paraguay.
Melgarejo destacó que 57 por ciento del comercio externo paraguayo se concentra en Brasil, lo cual exige una ampliación de la infraestructura de transporte.
Paraguay desea que por el nuevo puente pase un ferrocarril que se conecte con un tramo brasileño, para que la producción agrícola nacional pueda llegar a los puertos con menores costos de transporte.
La instalación de dos turbinas en la central de Itaipú, sumándose a las 18 ya existentes, interesa especialmente a Brasil para evitar una escasez de energía en su región sureste, la más industrializada del país.
Las turbinas generarían 1.400 megavatios, 11 por ciento de la capacidad actual de Itaipú, a un costo estimado de 300 millones de dólares, por lo menos cinco veces menor que una nueva central hidroeléctrica con la misma potencia.
El tema fue discutido sólo en términos preliminares con el canciller paraguayo, informó el vocero diplomático de Brasil Luis Fernando Ligiero.
Melgarejo señaló como un gran avance en las relaciones con Brasil el acuerdo firmado en septiembre para evitar el contrabando de armas.
Paraguay se comprometió a informar a las autorides brasileñas los nombres de las personas que hayan comprado armas en el país.
El canciller paraguayo desmintió versiones según las cuales Estados Unidos había suspendido las exportaciones de armas a su país a pedido de Brasil.
El acuerdo con Brasil se hizo de forma "soberana y autónoma, sin ninguna participación de Estados Unidos", sostuvo.
Melgarejo contradijo informaciones del ministro de Justicia de Brasil Nelson Jobim, quien había solicitado a Washington impedir la venta a Paraguay de armas que terminaban en su mayoría sirviendo al narcotráfico en Brasil, especialmente en Rio de Janeiro. (FIN/IPS/mo/dg/if-ip/96
