MERCOSUR: Chile y Argentina avanzan en corredores bioceánicos

La asociación de Chile al MMercosur y el atractivo comercial del Asia-Pacífico están acelerando la construcción de pasos fronterizos con Argentina para habilitar corredores bioceánicos en el futuro.

Ulises Retamal, asesor del Ministerio de Obras Públicas de Chile, destacó este jueves el avance más rápido de lo previsto en los trabajos para pavimentar 12 pasos fronterizos, definidos como prioritarios en la integración física con Argentina.

Para el año 2000 estarán terminados los trabajos en cinco de esos pasos: Jama, en el norte, y Pino Hachado, Cardenal Samoré, Huemules e Integración Austral en el sur, que se sumarán al único actualmente pavimentado, el del Cristo Redentor.

Este último es el principal nexo de transporte terrestre entre los dos países y comunica a la ciudad argentina de Mendoza con el puerto chileno de Valparaíso, en el contexto de una red de carreteras con conexiones a Santiago.

El paso del Cristo Redentor, por el cual circula 80 por ciento de la carga terrestre entre Chile y Argentina, está situado a unos 2.800 metros de altura, se cierra en promedio 45 días al año a causa de las nevazones en la cordillera de Los Andes.

Esta única vía pavimentada es insuficiente para el crecimiento previsto en el transporte terrestre de carga y pasajeros entre Chile y Argentina y desde allí a los otros tres países miembros del Mercosur: Brasil, Paraguay y Uruguay.

El tratado de asociación de Chile con el Mercosur entró en vigencia este mes y prevé una progresiva liberación arancelaria, así como acuerdos para intensificar las inversiones y el turismo y promover la integración física.

Los cinco socios actuales del Mercosur están interesados en desarrollar con Bolivia y Perú la habilitación de al menos tres corredores bioceánicos, que unan mediante complejos carreteros puertos del Atlántico y el Pacífico.

Una de las cartas de Chile en su negociación con el Mercosur fue su potencial como puerta de salida hacia el rico mercado del Asia-Pacífico de las naciones sudamericanas del Atlántico, así como de puente para el ingreso de productos e inversiones de Japón y los llamados tigres asiáticos.

En este contexto la habilitación de pasos fronterizos entre Argentina y Chile fue definida como una tarea prioritaria desde los primeros acuerdos bilaterales de integración física, firmados en 1991 por los presidentes Patricio Aylwin y Carlos Menem.

Los dos países comparten en la cordillera andina unos 4.000 kilómetros de frontera, desde los cálidos y desérticos parajes del norte subtropical hasta las heladas planicies australes de Tierra del Fuego.

El paso Jama conecta a la ciudad argentina de Jujuy con el puerto chileno de Antofagasta, 1.360 kilómetros al norte de Santiago, en tanto Pino Hachado comunicará a Zapala, en Argentina, con el puerto de San Vicente en el Pacífico, unos 500 kilómetros al sur de la capital chilena.

Cardenal Samoré es la vía de comunicación entre Bariloche (Argentina) y Osorno, 915 kilómetros al sur de Santiago, mientras Huemules une la localidad argentina de Río Mayo con Puerto Chacabuco, 2.100 kilómetros al sur de la capital chilena.

El paso Integración Austral, el último que estará pavimentado en toda su extensión para fin de siglo, conecta a la ciudad argentina de Río Gallegos con el puerto chileno de Punta Arenas, sobre el Estrecho de Magallanes a 2.700 kilómetros de Santiago. (FIN/IPS/ggr/dg/if/96

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