Las dos facciones kurdas en pugna en el norte de Iraq rompieron hoy un brevísimo cese del fuego tras aceptar un plan de paz que, de prosperar, reconocería a los turcomanos un papel en la administración de la región.
Turquía pretende fortalecer el papel de los turcomanos, como se denomina a los dos millones de turcos musulmanes que habitan en Iraq septentrional, para frustrar las aspiraciones kurdas a un estado independiente.
La Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) y el Partido Democrático Kurdo (KDP) rompieron en la mañana de este jueves el breve cese del fuego patrocinado por Estados Unidos, cuyo inicio fue fijado para la medianoche tras cuatro días de negociaciones.
Mientras Bagdad calificó los bombardeos cruzados registrados en Koysanjak y Degala entre la PUK y el KDP como un nuevo fracaso de Washington, Ankara estimó que se trató de combates "de alcance limitado".
El subsecretario de Estado de Estados Unidos anunció el acuerdo de cese del fuego este miércoles en Ankara, después de conversaciones con el líder del PUK, Jalal Talabani (quien cuenta, supuestamente, con respaldo de Irán), y del KDP, Mesoud Barzani (que atacó a sus contrincantes con apoyo iraquí).
Los bandos en pugna "acordaron firmar una tregua la próxima semana en Ankara", declaró Pelletreau. El documento, agregó, sería firmado por los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña y Turquía.
Los dos líderes, dijo, acordaron cortar vínculos con Irán e Iraq, impedir actos terroristas en los territorios bajo su control, evitar réplicas a provocaciones extranjeras y aceptar a la comunidad turcomana como tercera parte en las negociaciones.
Pero los combates se reiniciaron este jueves por la mañana.
Mohammed Towfiq, alto funcionario de la PUK y ex miembro del gabinete de la administración autónoma kurda en el norte de Iraq, afirmó que no había fuerzas iraníes en las zonas controladas por Talabani.
"Tengo confianza en que las delegaciones de la PUK y el KDP firmarán una tregua en Ankara la próxima semana. Pero eso depende de la posición de Barzani", manifestó Towfiq.
A inicios de septiembre, fuerzas del KDP expulsaron a la PUK de Irbil y Sulaimanya y lograron así el control total del norte de Iraq con respaldo de tropas de Bagdad, que incursionaron en la zona de exclusión dispuesta por Naciones Unidas al norte del paralelo 36 después de la guerra del Golfo en 1991.
En represalia, Estados Unidos atacó los sistemas de defensa aérea de Iraq en el sur del país.
El futuro papel de los turcomanos en Iraq fue mencionado por primera vez por Ankara cuando estalló la guerra entre el KDP y la PUK en septiembre. En Irbil y Suleymania viven unos 400.000 turcos étnicos.
Turquía, en guerra con las guerrillas del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) en el sudeste de su territorio, intenta impedir el establecimiento de un estado "de facto" en el norte de Iraq.
Según los analistas, a Ankara le preocupa más su propia integridad territorial que la restauración de la paz entre los bandos kurdos en pugna más allá de su frontera meridional.
La inclusión de los turcomanos en la futura administración autónoma del norte de Iraq le otorgaría a Turquía una mayor influencia y control sobre esa región, donde el PKK tiene sus principales bases guerrilleras.
La ministra de Relaciones Exteriores de Turquía, Tansu Ciller, levantó esa bandera en reiteradas oportunidades en sus conversaciones con Pelletreau y los líderes kurdos.
"Los turcomanos deberían contar con igual representatividad en cualquier futura administración regional", dijo Ciller este martes a Talabani en Ankara.
Tanto Pelletreau como Talabani recibieron la propuesta de Ankara de buen grado, pero Barzani permaneció en silencio.
Sin embargo, el funcionario estadounidense afirmó este miércoles que ambas facciones kurdas admitieron la participación de los turcomanos en el gobierno de la región.
"Como Turquía no tiene una carta kurda para jugar en el norte de Iraq, era inevitable que considerara otros elementos para ganar influencia en la zona", dijo Umit Firat, analista kurdo independiente que reside en Estambul.
Firat pronosticó que, aunque se alcance una tregua, una administración kurda es inviable. Ambas facciones hablan distintos idiomas (sorani y kirmanchi) y sufren una profunda división política y social tras dos años de guerra.
"En lugar de una administración federal kurda en el norte de Iraq, se erigirán dos administraciones minúsculas, dependientes de la asistencia extranjera y bajo presión externa", predijo el experto. (FIN/IPS/tra-en/nm/fn/mj/ip/96