IRAQ: ONU teme un invierno crudo y apela a países donantes

La falta de alimentos y bienes humanitarios básicos en Iraq, despues de seis años de embargo económico, amenaza agravarse con los rigores del invierno, advirtieron funcionarios de la ONU.

Alrededor de 4.500 niños iraquíes menores de cinco años mueren mensualmente por desnutrición y enfermedades, declaró Carol Bellamy, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones para la Infancia (UNICEF). La mortalidad infantil podría aumentar a medida que avanza el invierno.

La producción de alimentos cayó un 30 por ciento respecto al año pasado, y Yasushi Akashi, subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, indicó que "las necesidades básicas y urgentes de la población iraquí, que ahora es particularmente vulnerable, deben ser satisfechas de inmediato".

De los 40 millones de dólares que el organismo mundial está buscando, los países donantes contribuyeron en 1995 solo con 1,6 millones en respuesta a un llamado humanitario en favor de Iraq, añadió Akashi. Los únicos dos países que aportaron hasta ahora fueron Holanda, con 1,3 millones de dólares, y Francia, con 300.000.

Akashi apuntó que la fría reacción se debe a una "fatiga general de los donantes en todo el mundo", y a las expectativas de esos países que Iraq pueda pagar en breve por víveres y medicamentos bajo los términos del acuerdo "petroleo por alimentos", que permitiría a Bagdad vender su crudo por primera vez desde 1990.

El pedido humanitario está destinado a brindar al Programa Mundial de Alimentos 19 millones de dólares para cubrir las necesidades de dos millones de personas y proveer 10,5 millones de dólares a proyectos de UNICEF para combatir la desnutriución infantil y las enfermedades.

"Rogamos comprensión sobre las implicancias de esta crisis terrible y la necesidad de una modesta financiación que permita afrontar esas dificultades", expresó Bellamy.

Los objetivos claves de la ayuda incluyen alrededor de 900.000 mujeres que están a cargo de sus hogares, 200.000 grávidas o que cuidan sus hijos, 180.000 niños desnutridos, 780.000 personas desplazadas y 64.000 refugiados, dijo Ctherine Albertini, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos.

Al menos algún alivio podría llegar a Iraq si las Naciones Unidas resuelven algunas diferencias en la ejecución del plan, que permitiría mitigar el efecto de las sanciones mediante la venta de 1.000 millones de dólares de crudo cada 90 días.

El acuerdo "petróleo por alimentos" se realizaría bajo estricta supervisión de la ONU para adquirir bienes humanitarios.

Sin embargo, el arreglo se bloqueó en los últimos días, tras los combates en las zonas kurdas en el norte de Iraq, lo cual demoró la llegada de inspectores de la ONU para las ventas de petróleo.

Akashi dijo que Bagdad todavía debe aceptar una irrestricta libertad de movimientos de los inspectores, y el Consejo de Seguridad de la ONU tiene que fijar el precio de las ventas iraquíes de crudo. "La solución de esas cuestiones aún es posible", apuntó.

"Una vez que se decida el precio del petróleo por la comisión (del Consejo de Seguridad), otros asuntos pueden ser resueltos", dijo Akashi. Añadió que los iraquíes se muestras deseosos de superar las demás preocupaciones de la ONU, una vez que se satisfaga su insistencia de lograr una fórmula que les permita la venta del crudo. (FIN/IPS/tra-en/ltd-fah/yjc/ego/ip).

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