/INTEGRACION/AMERICA LATINA: Los sindicatos ante el reto de la integración

El tema sindical parece haber entrado de lleno en la agenda política del Mercado Común del Sur (Mercosur), después de dos sucesos registrados en las últimas semanas en el sector obrero y a nivel diplomático.

La semana pasada, la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina invitó a los principales dirigentes de las tres centrales sindicales brasileñas a acompañar el paro general de 36 horas contra la política económica del presidente Carlos Menem, responsable de un desempleo récord de 17 por ciento.

Hace 15 días, los viceministros de Comercio Exterior del Mercosur, reunidos en Florianópolis, llamaron a los sindicatos a incorporarse más directamente a las negociaciones sobre la formación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Los dos hechos señalan importantes cambios en las estrategias tanto de los sindicatos como de los gobiernos del Mercosur, como consecuencia del avance y de las dificultades generadas por el proceso de integración regional.

Los sindicatos se dan cuenta que la acción estrictamente nacional ya no es suficiente para buscar soluciones para el desempleo masivo en los cuatro países del Mercosur, hoy con tasas que sobrepasan el 12 por ciento de cesantes en la población económicamente activa.

Son por lo menos 8,5 millones de personas sin trabajo en todo el Cono Sur, según estimaciones sindicales.

Es como si toda la población de Paraguay más la de Uruguay estuvieran sin empleo. En Uruguay el índice de desempleo es de 12 por ciento, y en Paraguay llega a 10 por ciento.

En los cinco estados sureños de Brasil, los indicadores globales quedan en promedio un poco por debajo de 10 por ciento, con excepción de la región industrial de Sao Paulo, donde el DIEESE, un instituto de investigación muy respetado, señala un índice de 12 por ciento de cesantía.

El desempleo creciente conspira contra el llamado de los representantes del Mercosur a la participación sindical en la reunión de viceministros del ALCA, porque los trabajadores están inseguros y poco inclinados a aceptar promesas de una solución futura para la creciente escasez de puestos de trabajo.

La imagen del Mercosur y sus propuestas queda afectado por ese clima de pesimismo.

Hoy ya no es más segreto que la creación de una área de libre comercio en todo el continente americano tiene dos polos: el Mercosur y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).

Son dos estrategias distintas. Los países del Cono Sur intentan desarrollar un proceso integrador con baja interferencia de Estados Unidos y con un progresivo acercamiento a Europa. Por su lado, el gobierno norteamericano usa el TLC como herramienta para ampliar su hegemonía comercial en el continente.

Los responsables de las negociaciones diplomáticas han descubierto que sin apoyo social la tarea de armonizar intereses regionales resulta mucho mas difícil, especialmente en un momento en que el desempleo y la desigualdad acentúan problemas dentro de cada país y entre los miembros de un mismo bloque de naciones.

Ese es el sutil mensaje transmitido por los delegados del Mercosur en su planteamiento presentado en la reunión de viceministros de Comercio Exterior del ALCA, según la interpretación extra oficial de un miembro de la delegación brasileña.

El éxito del paro sindical de 36 horas organizado por la CGT argentina y su intento de regionalizar el apoyo a la protesta contra el desempleo generado por el programa neoliberal del presidente Carlos Menem pone la cuestión del desempleo aún más alto en la agenda del Mercosur.

El problema es muy delicado. Las autoridades argentinas no pueden adoptar una actitud demasiado intransigente porque el riesgo es distanciarse radicalmente del sector sindical, lo que puede crear grandes dificultades para el proceso integrador.

Por su lado, los sindicatos tampoco pueden llevar sus planteos hasta las ultimas consecuencias porque eso no creará nuevos puestos de trabajo.

Lo que pase en Argentina será seguido muy de cerca por los demás miembros del Mercosur y en especial por los otros países de América del Sur que pretenden juntarse al bloque subregional. (FIN/IPS/cc/jc/if-ip/96

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