Los titulares del sábado en la prensa indonesia resumieron el sentimiento de hostil perplejidad imperante en este país, tras el anuncio que el Premio Nóbel de la Paz 1996 recayó en notorios miembros de la resistencia en Timor Oriental.
"Estoy sorprendido, ¿cuál fue el criterio?", dijo el diario "Kompass", citando al secretario de Estado, Moerdiono, quien tambien es jefe de gabinete del presidente indonesio Suharto.
"Muchos están sorprendidos: ¿Premio Nóbel de la Paz para Belo y Horta?", demandó otra publicación.
Las reacciones citadas fueron sobre todo oficiales pero, en general, los indonesios se vieron sacudidos por la decisión del comité de Oslo, que otorgó la distinción al obispo católico de Timor Oriental, Carlos Filipe Ximenes Belo, y al portavoz internacional de la resistencia timorense, José Ramos Horta.
La reacción hostil no estuvo dirigida al prelado, que es el diocesano de Dili, la capital de Timor Oriental, sino contra Ramos Horta, quien a juicio de Jakarta no merecía el galardón.
"(Ramos) Horta no merece en absoluto ser premiado porque fue uno de los que perpetuó la guerra civil en Timor Oriental", dijo el indonesio Antonio Freitas Parada, vocero de la legislatura provincial timorense.
Wirjono Sastrohandoyo, embajador indonesio en Australia, donde Ramos Horta actualmente vive exilado como jefe del Consejo Nacional de la Resistencia Timorense, dijo a la agencia de noticias Antara que éste tiene "las manos demasiado manchadas de sangre".
El ministro indonesio de Exteriores, Alí Alatas, manifestó consternación y disgusto por la selección de Ramos Horta y cuestionó el criterio del comité del Premio Nóbel.
"El gobierno indonesio considera a (Ramos) Horta un oportunista político que manipula la situación en Timor Oriental", declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ghaffar Fadhyl.
Antigua colonia portuguesa, Timor Oriental, una isla que integra el archipiélago homónimo en el Mar de Java, fue ocupada por Indonesia en 1975 y anexada al año siguiente como su provincia número 27, luego que las autoridades lusas se marcharon de Dili.
Las Naciones Unidas rehusaron reconocer esa acción de hecho, y continúan considerando a Portugal como la legítima autoridad en Timor Oriental.
Entretanto, el movimiento de resistencia timorense sigue su lucha por la autodeterminacion a pesar de la represión del ejército indonesio, una situación que ha causado miles de muertos.
Según fuentes independientes, desde la invasión de 1975, la represión provocó la muerte de 200.000 personas sobre una población de 600.000 timorenses.
La preocupación global por los abusos indonesios de derechos humanos en Timor Oriental alcanzó su climax en noviembre de 1991, cuando las tropas indonesias abrieron fuego contra demostrantes en Dili y mataron a 200 personas.
Los anteriores intentos patrocinados por la ONU para resolver la cuestión a través de conversaciones luso-indonesias fracasaron. El comité del Premio Nóbel espera que con la distinción a Ximenes Belo y Ramos Horta, se estimulen los esfuerzos para encontrar una solucion diplomática basada en el derecho a la autodeterminación.
Muchos observadores opinaron aquí que Jakarta dificultará esa posibilidad. El panorama se aclarará quizás el martes próximo cuando Suharto realice un viaje a Dili para asistir a la inauguración de una estatua de Jesús.
Ximenes Belo, quién participara del evento, fue gentil en su aceptación del premio. La noticia se propagó en Dili cuando el prelado oficiaba misa. "El premio es para… cualquiera… que lucha para crear armonía, paz y justicia", declaró a la prensa.
El obispo nació en Timor Oriental el 3 de febrero de 1948 y fue consagrado obispo en 1980, antes de ser designado por el Vaticano administrador apostólico en Timor Oriental, en 1983.
"No habrá nada diferente en mi vida. Seguiré cumpliendo mis deberes como siempre, yendo de aldea en aldea, encontrando a mi rebaño, brindando guía espiritual", expresó, indicando que planeaba viajar a Oslo en diciembre para recibir el galardón.
El motivo por el cual Jakarta no fue tan hostil respecto a la eleccion del prelado se debe a que no es considerado un opositor contra la integración de Timor Oriental con Indonesia, si bien ha sido explícitamente crítico por la política represiva de Jakarta.
Por otra parte, "los cuestionables antecedentes de Ramos Horta y su posición no comprometida en la cuestión de Timor Oriental lo hacen impropio de recibir el Premio Nóbel de la Paz", dijo un ex diplomático experto en el conflicto sobre el archipiélago.
Ese fue tambien el veredicto de Albert Hasibuan, miembro del parlamento y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
"No obstante lo que uno pueda pensar de Ximenes Belo, él sigue reconociendo a Indonesia. El obispo continúa apoyando el desarrollo de Timor Oriental. No puedo decir lo mismo de (Ramos) Horta", declaró Hasibuan.
Observadores políticos en Jakarta dijeron que el anuncio del viernes en Oslo seguramente repondrá la cuestión de Timor Oriental bajo los reflectores internacionales.
También señalaron que la elección de Ximenes Belo y Ramos Horta demuestra que mantienen una eficaz campaña de reconocimiento en el ámbito internacional. En contraste, el programa de integración de Jakarta se ha visto desacreditado por las repetidas acusaciones de abusos de derechos humanos por el ejército indonesio en Timor Oriental. (FIN/IPS/tra-en/yi/cpg/ego/ip).
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