INDIA: Nuevas técnicas trigueras favorecen a campesinos ricos

Una fuerte caída en la cosecha de trigo de 1995, primer revés en seis años de abundante recolección cerealera, movió a funcionarios agrícolas de India a poner en marcha nuevas estrategias para mejorar su producción.

Los cultivadores comerciales de trigo, cuyos campos deben ser preparados para la siembra antes del invierno, fueron aconsejados de cambiar a nuevas variedades de plantas desarrolladas por el prestigioso Consejo de Investigación Agrícola de India (ICAR).

Los científicos del instituto confían que las nuevas variedades mejorarán las cosechas sobre los 25 millones de hectáreas de trigo que dispone el país.

Las más productivas han sido aquellas situadas en los estados septentrionales de Haryana y Punjab, donde las estrategias de la Revolución Verde lanzada en los años '60 lograron buenos resultados.

Pruebas en los campos realizadas por los centros de investigacion del ICAR comprobaron que las cosechas podrían duplicarse en más de un tercio de las granjas indias, y producir 20 millones de toneladas adicionales. La estrategia de producción triguera para la cosecha 1996-1997 fue anunciada por el jefe del ICAR, R.S. Paroda.

Esta evitará una repetición del fracaso en la cuenca triguera del noroeste del país, donde en 1995 se registró un déficit de dos millones de toneladas respecto a los 67 millones previstos, señaló el ICAR. Además, elevará la producción en granjas con tierras áridas y brindará a India otros siete millones de toneladas.

No obstante, expertos agrícolas fueron los primeros en señalar que los planes eran fáciles de anunciar pero díficiles de cumplir. A pesar de ser un país cerealero, el sistema indio de extensión agrícola no abarca todo el país, y las políticas poco previsoras del gobierno están trabando la evolución del sector.

El centro científico del Ministerio de Agricultura, supuestamente, debe llevar las nuevas tecnologías a los granjeros, pero hasta ahora solo la mitad de los 500 distritos de India fueron cubiertos por la entidad, con lo cual solo resultan beneficiados los grandes cultivadores.

La mayoría de la población rural de India está compuesto por los llamados granjeros de subsistencia, que apenas pueden sobrevivir con el magro producto de sus campos. Pobres y analfabetos, han ganado poco con los avances científicos en el sector agrícola.

Además, mientras las nuevas variedades sembradas crecen en granjas experimentales en condiciones ideales, los resultados de los pequeños granjeros no son tan buenos como proclaman los expertos. Las variedades más productivas requieren más fertilizantes y trabajo, algo que solo los granjeros ricos pueden permitirse.

Los campesinos pobres siguen sumergidos por préstamos usurarios y son incapaces de mejorar sus condiciones.

El ICAR, creado hace 70 años, es un organismo autónomo, un legado del poder colonial británico que pretende mejorar la actividad agrícola para contrarrestar las hambrunas recurrentes en el país. En los años '60 fue el instrumento que llevó la Revolución Verde.

El ICAR culpó de la baja cosecha triguera del año pasado a las plagas, un invierno cálido, caída de los precios del cereal y costosos fertilizantes.

La cosecha cerealera en casi dos millones de hectáreas fue afectada por plagas porque los campesinos no recibieron el aviso contra la siembra de la variedad HD 2329, que es popular en la cuenca triguera pero resulta vulnerable a ciertas pestes.

Los granjeros tambien quedaron desalentados por los precios del trigo anunciados por el gobierno, cuyas agencias alimentarias son las principales compradoras de la cosecha cerealera.

Fuertes aumentos de los precios oficiales en los últimos años en todos los fertilizantes, excepto los nitrogenados, tambien afectaron la producción. Los expertos dijeron que eso perturbó el equilibrio de nutrientes del suelo por el abuso de los nitrogenados.

El ICAR está urgiendo ahora a los granjeros a utilizar las nuevas plantas de trigo resistentes a las plagas, que fueron desarrolladas en sus centros y enviadas a cada uno de las principales áreas de producción. Algunas de esas plantas podrían elevar el nivel máximo actual de cuatro toneladas por hectárea a mas de seis toneladas.

Nueve cultivos de trigo fueron desarrollados para usar tanto en zonas irrigadas como pluviales. Más del 80 por ciento de las granjas trigueras en el país apelan a la irrigación.

Una de las razones por la cual las granjas no desarrollan su potencia productiva es que los campesinos no siembran a tiempo, apuntaron los expertos.

El cultivo rotativo es popular en las principales zonas trigueras, donde los campesinos plantan verduras o legumbres inmediatamente despues que finaliza la cosecha monzónica de arroz a comienzos de octubre.

El período ideal para plantar trigo es entre el 10 y 30 de noviembre en las granjas irrigadas, y a fines de octubre en aquellas pluviales. Sin embargo, debido a cosechas intermedias, el cultivo del trigo se demora hasta diciembre. El ICAR ha obtenido una nueva variedad, Raj 3777, con alta producción aunque se siembre cada año.

El instituto del ICAR en el norte de India modificó con éxito una máquina sembradora importada de Noruega para uso local. Esto hace posible sembrar trigo solo tres días despues que el arroz fue recolectado, un proceso que normalmente requiere tres semanas. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/ego/dv).

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