INDIA: No cesa el conflicto en la rocafuerte del budismo

Fue aquí, según la leyenda, que un príncipe ario llamado Siddhartha, mientras meditaba a la sombra de un árbol hace 25 siglos, obtuvo el conocimiento divino que lo inspiró para fundar una de las principales religiones de Asia.

Para millones de budistas en todo el mundo, Bodhgaya, situado en Bihar, el estado más atrasado de India, es el lugar donde Buda tuvo el "nirvana" (la iluminación) y el santuario más venerado.

Miles de budistas de otros paises viajan cada año a Bodhgaya, que se ha convertido en una de las principales metas turísticas de India para visitantes, sobre todo, del Sudeste Asiático y Japón.

No obstante, en los últimos años, la centenaria disputa entre budistas locales e hindúes por el control del santuario llegó al punto de ebullicion, con los primeros que acusan a los segundos de pretender tranformar a Maha Bodhi en un templo hindú.

El conflicto se ha politizado por la intervención de líderes locales del hinduísta Partido Baratiya Janata (BJP), la principal fuerza de oposición en el parlamento indio.

Las organizaciones budistas de India están planeando una gran manifestación de protesta el primero de noviembre en Nueva Delhi, cuando eleven una petición al primer ministro para que cambie la centenaria legislación que ha legitimado el control hindú en el santuario.

Los budistas locales se sienten inermes porque carecen casi totalmente de predicamento político en el país. A pesar de que su religión nació en India, los budistas suman menos de 100 de los 900 millones de habitantes del país. La mayoría de los budistas son hindúes de casta inferior, convertidos en los últimos 40 años.

Tratados como intocables por aquellos ubicados en los niveles más altos del complejo orden socio-religioso hindú, las castas inferiore scambiaron su lealtad religiosa bajo la inspiración de B.R. Ambedkar, uno de los fundadores de república india y arquitecto clave de la constitución del país.

Ambdekar, tambien un hindú de casta inferior, inauguró las conversiones masivas en 1956 al abrazar el budismo. Otras 400.000 castas inferiores de India siguieron su ejemplo.

Los orígenes del budismo dentro en una casta inferior son un factor vital en el conflicto, declaró Ven M. Wimalasara, un monje budista nacido en Sri Lanka que está a cargo del Centro Maha Bodhi y ha vivido en Bodhgaya durante los últimos 15 años.

Las asociaciones de castas inferiores en India han sido un obstáculo para el crecimiento de la religión budista, porque las castas altas se muestran reluctantes a convertirse, admitió.

Tradicionalmente, la religión fue practicada por las comunidades tribales que viven a lo largo de la frontera himalaya del país, de noroeste a noreste.

"Esa gente no tiene ningún poder en India. Sin embargo, los nuevos budistas (seguidores de Ambedkar), poseen ahora una voz política fuerte", apuntó.

Esa voz está coordinada a través del Comité de Acción para Toda India del Bodhgaya Mahabodhi (MAC), dirigido por dos monjes budistas. Ambos nacieron en Japón pero son indios naturalizados, Ven Nagarjuna Shurei Sasani y Ven Badhant Anant. El dúo vive en la lejana Nagpur, estado suroccidental de Maharashtra.

La disputa por el santuario de Maha Bodhi data del siglo XIX cuando el gobierno colonial británico favoreció a sacerdotes indios de clase alta para que obtuvieran el control del templo budista.

Los creyentes afirman que desde entonces le han dado a la imágen de Buda un aspecto semejante al que tienen los dioses hindúes, y han convertido el lugar en un centro de peregrinación hindú.

Pocos años despues de la independencia colonial británica en 1947, el gobierno indio puso en vigor una ley sobre el Templo Bodhgaya, bajo la cual el santuario fue administrado por una comisión de ocho miembros, cuatro budistas y cuatro hindúes.

El titular del panel debe ser hindú y tambien tratarse del funcionario con rango más alto en la administración distritual de Bodhgaya. Si no es hindú, el gobierno nombra a otro. Los budistas señalaron que esto otorga la mayoría de un voto a los hindúes en la administración del templo.

La campaña budista se transformó en agitación hace cuatro años y tuvo su punto culminante en los cuatro días de huelga de hambre del lider del MAC, Ven Sasai. Fue persuadido de deponer su actitud por el gobernador de Bihar, Laloo Prasad Yadav, quien prometió hacer cambios en la administración del santuario.

Sin embargo, muchos budistas decepcionados afirman que fueron engañados por Yadav, quien luego declaró que los cambios solo podían ser efectuados por el gobierno central en Nueva Delhi.

"En ese momento dijo que estaba listo a enmendar la ley, pero ahora advierte que la situación política es tal que su gobierno se derrumbaría si tratara de hacer los cambios", dijo a IPS el monje Ven Pragyasheel.

Sin embargo, en julio último, el gobernador de Bihar designó por primera vez a cuatro monjes budistas en representación de los secuaces de Ambedkar para integrar la comisión administradora.

Esto ha dividido a los budistas, con una sección que critica a aquellos que aceptaron el nombramiento en la comisión. "Ha funcionado y ahora la gente demanda porqué lo aceptaron y si condujeron el movimiento para obtener la membrecía", expresó un líder budista.

"Hesitamos en ingresar (a la comisión)", admitió Ven Pragyasheel, quien resultó uno de los cuatro monjes nombrados. "Nos aconsejaron que aceptáramos para crear un ambiente mejor en la administración", explicó.

Ven Pragyasheel insistió que el propósito de su movimiento es destruir el sistema indio de castas. "Por esa razón, los líderes hindúes odian a los conversos…".

Lalang Singh, dirigente local del BJP y docente en la Universidad Magadh de Bihar, negó las acusaciones budistas que los hindúes están subvirtiendo su religión. Afirmó que no había diferencias entre hindúes y budistas.

"Siempre dijimos que Buda fue la décima reencarnación de Vishnú, uno de los miembros de la divina trinidad hindú. Budistas e hindúes tienen iguales raíces religiosas", aseguró.

Singh acusó a los budistas de la comisión administradora de luchar por el control del santuario para frenar el peregrinaje hindú, y afirmó que desean quedarse con el dinero del turismo.

El monje Ven Pragyaseel reconoció que el dinero es en gran medida culpable de la controversia pero, a su vez, acusó a los hindúes de pretender apropiarse de las ganancias turísticas.

Denunció que la comisión administradora se apropió de las donaciones al templo efectuadas en los últimos 40 años. Entre esos aportes figura uno muy importante cedido por un grupo de peregrinos indonesios.

"Son millones de rupias que llegan desde países budistas para desarrollar Bodhgaya, pero el gobierno usa ese dinero para mejorar los monasterios hindúes y sus instalaciones, y tambien con propósito electoral", agregó.

Naciones extranjeras han construído aquí más de 20 monasterios budistas. En la actualidad se están levantando hoteles y un aeropuerto.

Los budistas locales ahora están apoyados por correligionarios en el exterior, como la Agrupación Mundial de Budistas con sede en Tailandia que representa a 40 países, los cuales en su reunión del año pasado exigieron el traspaso del santuario de Bodhgaya al control budista. (FIN/IPS/tra-en/ks/mu/ego/cr).

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