Las fotografías de personas deportadas de Estados Unidos, Canadá y otros estados, que retornan a Guyana tras haber sido culpados de graves delitos en aquellos países, suelen aparecer semanalmente en la prensa de esta capital junto a los informes policiales que dan cuenta de la situación.
La intención de esa publicidad es alertar a la comunidad de su presencia, al igual que se hace en algunas ciudades de Estados Unidos ante la presencia de los que abusan de niños en las calles.
Las autoridades vinculan la ola de criminalidad que Guyana viene sufriendo desde hace algún tiempo, con el creciente número de guyanenses que son devueltos a este país por esas razones, pese a que el regreso de esas personas se produce desde hace muchos años.
Por esa razón, el gobierno de Guyana pidió esta semana a las autoridades de Washington que den una mayor formalidad al sistema de deportación, de manera que la policía y otros servicios del Estado puedan afrontar esa nueva política de Estados Unidos, de devolver a los delincuentes a sus países de origen.
En abril de este año el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, firmó la Ley de Prevención del Terrorismo, que dispuso la derogación de una de las normas principales de seguridad jurídica, la cláusula 212C.
Esa norma concedía a los extranjeros lagalizados que habían cometido delitos relacionados con la droga, una segunda oportunidad para permanecer en Estados Unidos.
La nueva ley establece que los extranjeros legalizados – portadores de la tarjeta verde- que hayan sido sentenciados por delitos en relación con el uso de drogas, serán deportados a su país de origen después de cumplir su pena de prisión.
La nueva política constituye un dolor de cabeza para los pequeños países del Caribe, donde las autoridades afirman que el flujo de deportados está presionando sobre las instalaciones de que disponen los institutos correccionales.
Sólo a Guyana, retornaron 400 personas en los años más recientes, de las cuales 335 habían sido encarceladas por delitos relacionados con la droga.
En 1995, 891 personas fueron devueltas a Jamaica desde América del Norte. El número total de deportados de ese continente y de Gran Bretaña hasta agosto del año pasado fue de 1.066. La cantidad correspondiente a 1994 había sido de 1.434.
Este semana se reunieron en Georgetown el ministro del Interior, Feroze Mohamed, y el encargado de negocios de Estados Unidos, Hugh Simon, tratando esta cuestión. Ambos prometieron después de la reunión que se revisará por completo el sistema y que se celebrarán nuevas conversaciones. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/arl/pr/96