La sobreventa de boletos habría sido una de las causas de la muerte de al menos 84 espectadores en un estadio de fútbol de Guatenala, afirmaron hoy autoridades de ese país.
Según otras versiones, el motivo de la tragedia residiría en la insufiencte seguridad del escenario deportivo.
Los hechos ocurrieron en la noche de este miércoles en el estadio Mateo Flores, media hora antes del inicio del enfrentamiento entre la selección local y la de Costa Rica por las eliminatorias del Mundial de Francia 1998.
Entre los fallecidos se hallan por lo menos seis niños y siete mujeres.
"Personas inescrupulosas" habrían falsificado y comercializado más de 10.000 entradas, con lo que la capacidad del estadio, de 45.000 espectadores, se habría visto ampliamente rebasada, señalaron voceros oficiales.
La Comisión de Selecciones informó haber puesto a la venta 45.796 boletos.
La Policía Nacional ya recuperó 7.000 entradas falsas, según indicó el presidente de la Federación Nacional de Fútbol, Rolando Pineda.
A la 1.15 gmt de este jueves, cuando el estadio estaba completamente lleno, la empresa de seguridad contratada para el partido cerró las puertas de acceso, pero afuera miles de personas con boleto en mano comenzaron a protestar reclamando su derecho a entrar.
Algunos escalaron paredes para entrar y otros comenzaron a empujar las puertas, hasta que lograron abrirlas. Una verdadera avalancha cayó sobre los espectadores que ya colmaban la entrada sur del estadio, arrastrándolos contra la malla de contención.
Los aficionados murieron asfixiados, prensados contra la malla cercana a la gramilla o pisoteados por la estampida de gente que intentaba acomodarse en los graderíos. Más de 100 heridos fueron trasladados a hospitales con fracturas múltiples y síntomas de asfixia.
El presidente Alvaro Arzú, que se encontraba en el estadio junto al mandatario de Costa Rica José María Figueres, bajó del palco al terreno de juego y, con la voz quebrada, dio orden de suspender el partido y decretó tres días de duelo nacional.
Los jugadores de las dos selecciones salieron a la cancha y participaron en la evacuación de los heridos y en la colocación de los fallecidos en la recién inaugurada pista sintética.
En los hospitales dominaba el caos, ya que centenares de personas buscaban con desesperación a sus familiares.
"Estábamos sentados cómodamente cuando empecé a sentir que la gente se nos venía encima. Como estaba casi pegado a una baranda caí al suelo y salvé la vida, pero mi hijo y mi sobrino no", dijo un aficionado en el estadio.
"La gente estaba entrando a empujones y a la hora de llegar a la primera grada fuimos perdiendo el paso y caímos sobre la gente que estaba sentada aplastándola", comentó otro de los afectados, internado en el hospital San Juan de Dios.
Según Pineda, en el reglamento de la Federación Internacional de Fútbol Asociado "no existe la tipificación de penas para este tipo de situaciones, que son totalmente incontrolables".
Las autoridades creen que llegarán sanciones para el estadio Mateo Flores si se establece que hubo falta de seguridad.
Las medidas de seguridad estaban a cargo de la Agrupación de Fuerzas Especiales Policiales, con instructores españoles que colaboran con la Policía Nacional, precisó el presidente de la Federación Nacional de Fútbol.
"Ellos (los policías) no quisieron que la gente de la Federación o de la Comisión de Selecciones participara en el operativo y nosotros no teníamos autoridad sobre los elementos", dijo.
El fiscal general, Héctor Pérez Aguilera, descartó sin embargo que la tragedia haya ocurrido por falta de seguridad.
"Nos pidieron garantizar la seguridad de los deportistas, los alrededores del Mateo Flores, el estacionamiento, y en la medida de nuestras posibilidades hicimos todo lo posible por cumplir", se defendió a su vez el viceministro de Gobernación (Interior), Salvador Gándara.
Comentaristas deportivos señalaron este jueves que enseñanzas dejadas por tragedias similares en otras partes del mundo (Argentina, Perú, Bélgica) nunca fueron tomadas en cuenta en Guatemala. (FIN/IPS/cz/dg/pr-sp/96