GUATEMALA: Población maya ajena a los acuerdos de paz

La firma de la paz entre la guerrilla y el gobierno de Guatemala, que se producirá a finales de este año, pondrá fin a más de tres décadas de conflicto armado interno pero los acuerdos logrados no generan expectativas entre la mayoría de la empobrecida población maya, que los desconoce.

El gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca iniciaron en 1991 las negociaciones de paz, llegando a firmar importantes acuerdos en materia de derechos humanos, socioeconómicos, militares y también sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas.

La población indígena, que constituye más de 60 por ciento de los 10 millones de habitantes de Guatemala y está dividida en 21 etnias, sólo posee tres por ciento de las tierras. El resto está en manos de grandes terratenientes, según organizaciones humanitarias.

Entre los descendientes de los antiguos mayas se encuentran también los índices más alarmantes de desnutrición, analfabetismo, mortalidad infantil y desempleo.

Entre esos indígenas se cuenta la mayoría de los 150.000 muertos, un millón de desplazados y 45.000 refugiados que produjo la guerra más prolongada de América.

Fermina López, dirigente indígena de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala, dijo a IPS que si bien en el proceso de paz se ha dado importancia a los pueblos indígenas en la mayoría de las comunidades no se conocen los acuerdos porque no hubo suficiente divulgación.

"La única divulgación ha sido en los periódicos y eso no llega a nuestras comunidades. Tampoco se ha hecho en las lenguas mayas y eso corresponde al gobierno", señaló.

Los indígenas tuvieron alguna participación en el diálogo de paz a través de la Asamblea de la Sociedad Civil, y si bien muchos planteamientos no fueron recogidos es la primera vez en la historia que se los toma en cuenta, agregó.

Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz 1992, expresó su preocupación porque "no hay una promoción global de los acuerdos de paz". Los indígenas "conocen fragmentos de los mismos, pero no el contexto general y esto genera que no sean tomados como una verdadera plataforma nacional".

"Sigo sosteniendo que los políticos, congresistas y dirigentes de las distintas expresiones sociales manejamos de algún modo el contexto de los acuerdos, pero no así la población en general", expresó Menchú.

El gobierno "debería impulsar programas mucho más sentidos como parte del proceso de paz y las diversas instituciones tendríamos que hacer un enfoque de trabajo mucho más de cara a la promoción y educación en general", dijo la líder indígena.

"Todos los acuerdos son un hecho, son la agenda para los años venideros y esperemos que no lleve décadas cumplirlos sino años", indicó.

El acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas reconoce que la población guatemalteca tiene carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe, así como la necesidad de luchar contra la discriminación que históricamente se ha practicado.

Afirma también que para superar la discriminación racial se requiere del concurso de todos los ciudadanos en la "transformación de mentalidades, actitudes y comportamientos".

El ex presidente Ramiro de León (1993-1995), cuando aún se desempeñaba como procurador de Derechos Humanos, dijo que "los prejuicios de que todos los indios son ignorantes, haraganes o borrachos son para no otorgarles el derecho a la educación, al trabajo y a ser electos en cargos públicos".

Juana Camey, una indígena kaqchikel de 48 años que vende frutas y verduras recorriendo casa por casa barrios de la capital transportando su mercadería en un pesado canasto que lleva sobre su cabeza, dijo a IPS que escuchó algo sobre las pláticas de paz.

"Creo que eso está bien para que no muera más gente por la guerra, pero la verdad no sé lo que habrán arreglado ellos", dijo.

Manifestó su desconocimiento sobre la firma de un acuerdo indígena. "Los pobres siempre estamos 'bien amolados' (en mala situación). Por más que firmen papeles a la delincuencia no la paran y cada vez cuesta más dar de comer a los hijos', se quejó'.

Por su parte, Mariano Cox, dirigente de la Coordinadora de Pueblos Mayas (Copmagua), dijo a IPS la mayoría de la población indígena desconoce los acuerdos de paz, pero esa situación es vivida por casi todos los guatemaltecos.

Copmagua diseñó proyectos de divulgación a través de los medios de comunicación, pero "deben ir acompañados de una divulgación participativa que se tiene que generar a nivel comunitario en cuanto a la capacitación de líderes y dirigentes", afirmó.

"La implementación parece lenta pero es el proceso natural que llevamos las organizaciones. Además hay un proceso de educación que depende de una toma de conciencia", dijo. (FIN/IPS/cz/dg/ip-pr/96

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