Un nuevo movimiento político integrado por residentes de origen hispanoamericano surgiría en Estados Unidos, consideraron analistas tras la celebración de una gran manifestación en defensa de los derechos de los inmigrantes en este país.
"Esto es el principio de algo grandioso", dijo a IPS Juan José Gutiérrez, animador de la marcha, realizada el sábado frente a la sede de la Presidencia, en Washington.
Los organizadores de la iniciativa lograron convocar a la mitad de las 50.000 personas que esperaban, pero pudieron enviar un mensaje homogéneo.
"Nuestro objetivo inmediato es unir a todos los latinos de diferentes orígenes nacionales para tener un mayor impacto político en las elecciones parlamentarias de 1998 y en las presidenciales y legislativas del 2000", afirmó.
Gutiérrez reconoció que esa meta es muy difícil de lograr. "Los cubanos, por ejemplo, son muy pasionales en el rechazo al presidente de su país Fidel Castro, mientras que el resto de los hispanoamercianos residentes tiene una posición distinta".
Pero "hay que minimizar las differencias y enfatizar los puntos comunes", indicó.
La manifestación se abrió con el Coro de las Américas, de Nueva York, cantando el himno estadounidense por primera vez en español, mientras banderas de todos los países latinoamericanos se agitaban entre la gente.
A pesar de que las palabras no parecían coincidir con la música, se enfatizó la calidad bilingüe de los latinos.
La convocatoria a la marcha anunciaba siete consignas principales: derechos humanos y constitucionales para todos, igualdad de oportunidades, educación pública y gratuita, expansión de los servicios de salud, control ciudadano sobre las acciones policiales.
También se pidió una reforma laboral que incluya un aumento del salario mínimo de 4,75 a siete dólares la hora y la prolongación de la amnistía para los inmigrantes indocumentados.
Gutiérrez resumió que el objetivo general de la marcha era la realización de "una campaña de educación permanente para los inmigrantes, que los ciudadanos se registren para votar, que voten, y que estén informados".
Ramiro, un albañil guatemalteco, dijo que no fue a la manifestación del sábado pasado por la misma razón que no quiso dar su nombre completo. Tiene miedo de ser identificado por el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), ya que desde hace seis años vive en Washington indocumentado.
"No va a cambiar nada después de la marcha", dijo. "A los indocumentados nos seguirán marginando y acosando con sus leyes y su policía".
No obstante, el portavoz del INS, Bill Strassberger, aseguró que no dispondrá ninguna acción contra los manifestantes.
José Serrano, congresista de Nueva York y uno de los oradores en la marcha, declaró a IPS que lo importante de la manifestación es que permitirá la emergencia de nuevos líderes entre los jóvenes de la comunidad.
"Este es un movimiento de base y la juventud que vino en masa a la marcha es la que creará el nuevo liderazgo", estimó.
Clara González, una costurera colombiana que vive en Queens, Nueva York, explicó que la ausencia de líderes es uno de los puntos débiles de la comunidad "latina".
"No hay una figura que resalte y que abarque a todos los latinos. No hay un equivalente a un Martin Luther King Jr o un Jesse Jackson en la comunidad negra", precisó.
Gutiérrez coincide con Serrano. "En la manifestación participaron muchos activistas comunitarios. De aquí saldrán voces nuevas, de inmigrantes, de trabajadores latinos que llevarán a una nueva realidad para todos nosotros", proclamó.
Pero Gutiérrez no quiere que las consignas movilizadoras se limiten a los problemas de los inmigrantes en Estados Unidos.
"Somos más de 300 millones en toda América Latina. Y nos están saqueando nuestros recursos naturales. Para modificar este trato vamos a crear un lobby poderoso aquí en Washington para tratar de cambiar la política de Estados Unidos hacia América Latina", advirtió.
Según el obrero Adilson Jiménez, cuando un inmigrante llega a Estados Unidos, "en gran medida pierde el contacto con su país" y es muy improbable plantearse una acción hacia el subcontinente.
"Los latinos no sentimos lo que sienten los negros, que fueron secuestrados de Africa como esclavos y tienen esa lucha en común. Llegamos a Estados Unidos por necesidades económicas y abandonamos la lucha en nuestra tierra", agregó Jiménez, residente el barrio hispano de Plymouth.
Nydia Velázquez, la primera mujer latina congresista de Estados Unidos, clamó en su discurso en la concentración del sábado, por la "unidad" de su comunidad.
Como portorriqueña, dijo, "tengo la ciudadanía estadounidense de nacimiento. Pero cuando atacan a un inmigrante nos están atacando a nosotros".
Velázquez acusó al congresista republicano Newt Gingrich de ser responsable de la ola de xenofobia que recorre Estados Unidos al proponer leyes contra la inmigración y señalar a los extranjeros como culpables de los males del país.
Por otra parte, instó a los jóvenes a que "estudien mucho y que no busquen excusas para abandonar la escuela." (FIN/IPS/np/dg/ip-pr/96