El tendido de un nuevo oleoducto para transportar crudo de la región amazónica de Ecuador es una prioridad del gobierno, advirtió hoy el ministro de Energía, Alfredo Adum, en respuesta a críticas al proyecto.
Según Adum, el sistema actual de oleoductos, conformado por el Transecuatoriano y el Trasandino de Colombia, no podrá utilizarse para el bombeo de una importante cantidad adicional de crudo pesado que se aguarda para el 2000 en los campos petroleros de la Amazonia ecuatoriana.
El nuevo proyecto, denominado Sistema de Oleoducto Centro Oriente (SOCO), tiene la oposición de varios bloques parlamentarios y de especialistas y trabajadores del sector petrolero, que consideran la obra innecesaria.
Así mismo, el bloque Nuevo País Pachakutik, conformado por parlamentarios indígenas, considera irregular la decisión del gobierno de excluir la licitación pública como vía de adjudicación de las obras del SOCO.
Los legisladores indígenas amenazaron solicitar el juicio político de Adum, quien explicó que no habrá licitación pública porque el Estado "no invierte ningún centavo" en el proyecto. La misma tesis es compartida por las empresas interesadas en la construcción del oleoducto.
La compañía argentina YPF, accionista mayoritaria de la trasnacional Maxus, y el consorcio conformado por Techint, Odebrecht, Enro y William Brother's, han manifestado interés en el SOCO.
El oleoducto podrá transportar 180.000 barriles diarios de petróleo y el costo de su construcción asciende a 400 millones de dólares, informó el Ministerio de Energía.
Según Adum, la producción de algunos campos petroleros de la selva amazónica aumentará en cuatro años en 100.000 barriles "y no hay cómo transportar" esa cantidad adicional. (FIN/IPS/mg/ff/en/96)