El vicepresidente de Colombia, Carlos Lemos, dijo el martes al asumir el cargo que continuará desempeñándose como embajador en Gran Bretaña, si bien asumirá ciertas funciones de gobierno, entre ellas algunas relacionadas con la lucha contra el narcotráfico.
Lemos indicó que, además del comercio ilegal de drogas, se hará cargo de cuestiones relacionadas con los derechos humanos, el medio ambiente "y en general todos aquellos (de) interés (bilateral) con otros paises del mundo".
El vicepresidente afirmó que tomó esa decisión de común acuerdo con el presidente de Colombia, Ernesto Samper, pues "desde fuera también se puede prestar un gran servicio al país" y "sin perjuicio de que después pueda regresar al país".
Colombia y Gran Bretaña tienen pendiente la revisión de un acuerdo de protección a la inversión, que requiere de la aprobación de la reforma constitucional que presentó el gobierno al Congreso.
Como vicepresidente de Colombia, Lemos cumplirá funciones diplomáticas ante los foros y organismos internacionales.
La elección de Lemos por el Congreso, con 151 votos de los 208 parlamentarios asistentes, ha sido considerada por los analistas como un elemento de consenso para superar las pugnas desatadas dentro del gobernante Partido Liberal, al cual pertenece, por la crisis institucional que vive el país.
La elección de Lemos se produjo el 20 de septiembre, tras la renuncia de Humberto De La Calle, quien mostró profundas discrepancias con Samper en la crisis desatada tras la denunciada infiltración de dinero del narcotráfico en su campaña electoral.
Lemos dijo haber asumido la vicepresidencia "como un punto de encuentro y no de rupturas", por lo que su propósito al aceptar el cargo es "trabajar por la reconciliación nacional".
"A la guerrilla que se moviliza hacia los centros del poder", al narcotráfico "que todo lo corrompe" y a la "alianza que ya parece existir entre estos dos sectores sólo los puede detener el país unido", afirmó el vicepresidente.
Lemos planteó a Samper este lunes, un día antes de asumir el cargo, la necesidad de formar un gobierno de unión nacional, en coincidencia con la propuesta del ex presidente Alfonso López (1974-1978).
El vicepresidente sostuvo que tiene la intención de "unir a los colombianos y no convertirse en motivo de discordia".
La reconciliación se hará "con todos los que quieran entrar en el concepto de que al país hay que defenderlo" de peligros muy grandes que lo cercan, señaló.
Esa meta es posible pues "todos hablan de enfrentar la amenaza de la subversión y del narcotráfico" y "de la necesidad de fortalecer el Estado", precisó.
En una entrevista publicada por la revista Semana este lunes, López afirmó que para salir de la crisis institucional del país se requiere "un gobierno de unidad nacional y una mano fuerte".
El ex presidente dijo que Samper ha sido "víctima de la mayor arremetida política que se ha visto en Colombia en los últimos 50 años" pero ha demostrado ser "un político de casta".
Las salidas a la crisis no están relacionadas con el relevo de Samper ni con el cambio de nombre en la vicepresidencia sino con "una filosofía de gobierno" y con un "Estado fuerte que haga respetar la ley" y el estado de derecho. (FIN/IPS/yf/dg-ag- mj/ip/96
