DESARME: Canadá fija plazo para prohibición de minas de tierra

Canadá fijó diciembre de 1997 como fecha tope para la firma de un nuevo tratado internacional que prohíba la producción, el uso y la exportación de minas antipersonales en todo el mundo.

Tras una conferencia de tres días que culminó este sábado en Ottawa, el canciller canadiense Lloyd Axworthy anunció que Canadá comenzará inmediatamente a negociar tal tratado con otros países.

Organizada por el Departamento de Asuntos Exteriores y una coalición de 35 organizaciones no gubernamentales (ONG) canadienses, la conferencia de Ottawa atrajo delegados de 70 gobiernos y agencias internacionales, así como de 250 ONG de todo el mundo.

"Si existe la voluntad, nos ofrecemos como anfitriones de una conferencia para la firma de un tratado de prohibición de minas terrestres en diciembre de 1997, en señal de nuestro compromiso", anunció Axworthy a los delegados.

"Trabajaremos para elaborar el texto de ese tratado con cualquier otra nación que piense como nosotros", agregó. Las negociaciones comenzarán en Bélgica el próximo junio.

Canadá había anunciado sus planes hace cinco meses, luego del fracaso de las negociaciones de Ginebra para el fortalecimiento del Tratado de Armas Convencionales.

En lugar de acordar la prohibición total de las minas terrestres, como lo exigían las ONG, la conferencia sólo declaró ilegales las minas indetectables y creó mayores restricciones para el uso de otros tipos de minas.

Pero la prohibición total de esas armas, ansiada por más de 30 gobiernos y la Organización de las Naciones Unidas, fue postergada al menos cinco años. Algunos analistas culparon a Estados Unidos por no encabezar el esfuerzo.

La administración del presidente Bill Clinton prometió dejar de usar las llamadas minas "mudas" (indetectables y con efecto indefinido), excepto en la zona desmilitarizada de la península de Corea.

Sin embargo, las fuerzas armadas estadounidenses continuarán usando minas "inteligentes" (las que dejan de producir efecto luego de cierto período de tiempo) hasta que se desarrollen nuevas armas para sustituirlas o hasta la firma de un tratado internacional de prohibición.

Canadá y muchas ONG expresaron su decepción ante el resultado de la conferencia de Ginebra y se comprometieron a renovar los esfuerzos por la prohibición total de las minas de tierra, que cada año matan o mutilan a 25.000 personas.

"Estoy convencido de que no podemos esperar a la firma de un tratado universal", sino que "tendremos que optar por un tratado que, en primera instancia, no incluya a todos los países del mundo", declaró Axworthy. (FIN/IPS/tra-en/rb/jl/ml/ip/96

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