COLOMBIA: Oposición a Samper unifica al Partido Conservador

El Partido Conservador, el segundo de Colombia, reunió a sus corrientes históricas en un nuevo Directorio e intenta recomponerse para encabezar la oposición al gobierno del liberal Ernesto Samper y reconquistar el poder que perdió hace una década.

Los hasta ahora irreconciliables sectores "pastranista", del ex presidente Misael Pastrana (1970-1974), y "alvarista", del asesinado Alvaro Gómez, comparten el organismo de conducción elegido esta semana por la Convención Nacional del Partido Conservador.

Si "la crisis es también oportunidad, la única oportunidad es la salida del inquilino de la Casa de Nariño (sede presidencial) con los dos o tres dirigentes de su campaña (electoral) que están todavía en libertad", dijo Pastrana.

"La nación sabe que interna e internacionalmente existe la conciencia de que está dirigida por un mandatario repudiado", afirmó el ex presidente, figura central de la Convención, a la que asistieron 2.000 delegados, la mitad con poder de voto.

"Sueño con un presidente, que ha de ser conservador, del que podamos sentirnos orgullosos y no avergonzados. Esa Colombia del mañana ha de ser la opuesta a la hoy", sin guerrilla, narcotráfico ni impunidad, declaró Enrique Gómez, otro orador central.

Gómez es hermano de Alvaro Gómez, cuyo asesinato, perpetrado hace un año, sigue impune como otros miles de crímenes de caracter político cometidos principalmente contra dirigentes y militantes de izquierda.

La corriente que conduce representa la ortodoxia del Partido Conservador, mientras Pastrana refleja lo que él mismo llama el "socialconservatismo".

Marginada de la Convención y de la estructura partidaria quedó la fracción parlamentaria Nuevo Conservatismo, que colabora con el gobierno y mantiene representantes en el gabinete. Sus miembros son llamados despectivamente "lentejos" (clientelistas).

Más emotiva y beligerante que sustancial en las propuestas, la Convención de los conservadores intentó recobrar el terreno perdido en el primer año de la administración de Samper, instalada en agosto de 1994, que fue perseguida por el escándalo de la ayuda financiera del narcotráfico a la campaña electoral del liberalismo.

"Debemos reconocer que nuestro Partido se encuentra debilitado por la actitud clientelista, la falta de disciplina y el egoísmo que impera en toda la vida nacional", observó Jaime Arias, presidente del Directorio reemplazado.

Arias mantuvo una actitud ambivalente frente al gobierno hasta comienzos de este año, cuando se unió al ala parlamentaria orientada por Gómez y Pablo Victoria, los más ácidos críticos de Samper en el juicio político finalizado con la exculpación del mandatario.

Rodrigo Lloreda, canciller del último presidente conservador, Belisario Betancurt (1982-1986) y gestor del ingreso de Colombia en el Movimiento de Países No Alineados, no fue optimista acerca de las posibilidades de éxito de la campaña por la reconquista del poder.

"No será fácil recuperar la fe de un país sumido en la violencia y la corrupción y que merced al desgobierno empieza a caer en la anarquía. Pero es necesario intentarlo", afirmó Lloreda.

"Los jefes mataron al tigre y se asustaron con el cuero… vamos aver si estamos a tiempo de darles por la cabeza a los cachiporros (liberales)", comentó a IPS Rafael, un anciano delegado conservador de la región andina, que aún destila el sectarismo de mediados de siglo.

Rafael se refería al comportamiento cauteloso de Andrés Pastrana, candidato derrotado por Samper en los comicios de 1994, quien desveló las grabaciones telefónicas que dejaron al descubierto los nexos del narcotraficante cartel de Cali con la campaña liberal.

Ante la Convención, Andrés Pastrana reiteró su propuesta de Pacto por Colombia, suprapartidista, contra Samper, para "rescatar la autoridad y luego empezar a enfrentar los problemas".

"Nuestra primera tarea tiene que ser recuperar la legitimidad del Estado", y una vez alcanzado ese objetivo, "podremos enfrentar el problema de la subversión", señaló Andrés Pastrana.

No es posible vencer "confrontando la violencia desbordada de los guerrilleros con la violencia desbordada del Estado", agregó.

Rafael, el anciano delegado de base a la Convención, también aludió a la guerra civil entre liberales y conservadores de fines década de 1940, que dejó 300.000 muertos.

El desenlace de ese periodo fue la conformación del Frente Nacional, un pacto de alternancia en el poder de liberales y conservadores que formalmente duró 16 años, hasta 1974, pero que en la asignación de cuotas burocráticas se prolongó hasta 1986.

Las medidas de "pacificación" promovidas por el Frente Nacional provocaron el surgimiento de guerrillas liberales como grupos de autodefensa de campesinos, que se declararon posteriormente comunistas y dieron origen a las actuales Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Las FARC, la fuerza insurgente mayoritaria, con unos 10.000 hombres en armas, y el Ejército de Liberación Nacional, con unos 3.000, desarrollan una ofensiva conocida como "paro armado", que afecta casi todo el territorio colombiano desde hace dos meses.

La escalada insurgente ha determinado a dirigentes liberales y conservadores a señalar como prioridad del momento la integración de un nuevo frente bipartidista para enfrentar a los guerrilleros, pasando a segundo plano la exigencia de renuncia de Samper.

Los promotores de la reunificación coyuntural del Partido Conservador discrepan en cuanto a la solución a buscarse al conflicto armado. Algunos son proclives a la negociación y otros comparten la opinión del comandante del Ejército, General Harold Bedoya, quien preconiza la guerra frontal.

Paradójicamente, los conservadores parecen mejor armados que los liberales para una eventual negociación con la guerrilla.

Por las gestiones que le demanda su cargo como presidente de la Comisión de Conciliación, instancia no gubernamental que propicia la negociación con la insurgencia, el ex canciller Augusto Ramirez Ocampo no asistió a la Convención de su partido

En cambio, estuvo presente el ex parlamentario Alvaro Leyva, mediador no oficial para la liberación de 60 soldados retenidos por las FARC en un ataque el 30 de agosto a la base militar Las Delicias, sureño departamento del Putumayo.

Leyva informó en la Convención haberse entrevistado durante dos días con el máximo comandante de las FARC, Manuel Marulanda, "Tirofijo", quien le garantizó un trato humanitario para los soldados prisioneros.

Según Leyva, aunque el operativo de entrega de los soldados "no es fácil", el desenlace estaría próximo, ante la aceptación del gobierno de la mediación de la Cruz Roja Internacional, de la retirada de las tropas de la zona y la presencia de familiares de los soldados y periodistas.

El ataque guerrillero y la captura de los soldados fue un punto de inflexión en la coyuntura política colombiana y puso en primer plano el combate contra los rebeldes, postergando el cuestionamiento al gobierno de Samper.

Pero, cara a los comicios de 1998, la oposición puede dar réditos tanto a Andrés Pastrana, a quien rodearía el aparato partidario, como a la ex canciller Nohemí Sanín, de filiación conservadora, quien se propone presentarse a las próximas elecciones como candidata suprapartidaria. (FIN/IPS/mig/ff/ip/96)

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