El gobierno de Colombia aceptó hoy despejar de militares un área selvática para permitir la liberación de 60 soldados retenidos desde agosto por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Esa era una de las condiciones fijadas por el grupo guerrillero, que el 30 de agosto retuvo a los militares tras un ataque a un cuartel.
En un mensaje al secretariado de las FARC, el gobierno se comprometió a despejar de presencia militar 13.000 kilómetros cuadrados de la selvática zona de Cartagena del Chairá, en el departamento sureño de Caquetá.
El ministro del Interior, Horacio Serpa, advirtió que la desmilitarización no se extenderá al casco urbano ni a otras poblaciones periféricas, como lo había reclamado las FARC.
La operación tendrá una duración "razonable, no mayor a una semana", la mitad de lo solicitado por la organización insurgente.
Según Serpa, desmilitarizar una zona más amplia y por un período mayor podría facilitar el ingreso de insumos y el tráfico de estupefacientes.
Para proceder a la entrega de los militares las FARC pidieron, además de la desmilitarización parcial de un área, la creación de una comisión de personalidades y la presencia de un representante del presidente de la república y de las madres de los soldados en el acto de entrega.
El gobierno había aceptado las dos últimas condiciones y sólo quedaba por definir lo relativo a la desmilitarización.
Las autoridades aguardan respuesta de las FARC para que el Comité Internacional de la Cruz Roja, encargado de los aspectos logísticos de la operación, coordine definitivamente la entrega de los soldados. (FIN/IPS/yf/dg/ip/96