El canciller de Brasil, Luiz Felipe Lampreia, llegará este miércoles a Venezuela para "aceitar" una privilegiada relación bilateral que se pretende bisagra entre la Comunidad Andina y el Mercosur.
Los puentes tendidos por Brasil para un pronto acuerdo entre Venezuela y el Mercado Común del Sur (Mercosur) aceleraron la discusión entre ambos bloques sudamericanos, que pactaron la firma en diciembre en la ciudad brasileña de Fortaleza de un acuerdo- marco para negociar asociaciones entre sus socios.
"Lampreia viene a aceitar la relación bilateral", dijo a IPS una fuente diplomática brasileña, descartando que "un acuerdo entre los bloques andino y Mercosur signifique debilitar esa relación o que pierda algún grado de importancia".
Brasil y Venezuela se autoproponen como bisagra entre ambos grupos, por el auge de su comercio bilateral, las perspectivas de integración económica, humana y comercial en áreas de frontera, y por la fortificación de su diálogo y entendimiento político.
Para Venezuela, Brasil es fuente y destino de casi toda su relación comercial con el Mercosur, integrado también por Argentina, Paraguay y Uruguay.
Brasil mantiene igualmente fuertes vínculos con la más pequeña economía andina, Bolivia, y orientó su estrategia en los últimos dos años a buscar la asociación de Venezuela, para luego seguir a los restantes estados de la Comunidad: Colombia, Ecuador y Perú.
El comercio Brasil-Venezuela rondó los 600 millones de dólares anuales en los años 80, creció a 700 millones en los 90 y recibió nuevo impulso después que en marzo de 1994 el entonces presidente brasileño Itamar Franco visitó a su recién estrenado colega venezolano, Rafael Caldera.
En 1995 el intercambio bilateral superó los 1.300 millones de dólares, principalmente por el incremento de las exportaciones petroleras de Venezuela a Brasil, que crecieron desde 55.000 barriles diarios en 1993 hasta 130.000 en 1995.
También se aceleró el comercio a través de la frontera amazónica, del estado brasileño de Roraima y el venezolano de Bolívar, en tanto se desgranan inversiones y proyectos de infraestructura del sur de Venezuela y norte de Brasil.
En 1994, Brssil y Venezuela dispusieron visitas anuales entre sus presidentes y crearon una Comisión Bilateral de Alto Nivel, dirigida por sus cancilleres, para manejar el conjunto de la relación y cuya quinta edici]on presidirán el jueves Lampreia y su colega venezolano Miguel Angel Burelli.
La Comisión organizó 11 grupos de trabajo: energía, comercio e integración económica, transportes, medio ambiente, minería y siderurgia, desarrollo fronterizo, comunicaciones, ciencia y tecnología, planificación, agricultura y minería ilegal.
La reunión Lampreia-Burelli, quinta de la Comisión, reducirá los grupos, unos mediante redefinición de funciones y otros porque ya agotaron su cometido, adelantaron fuentes de la cancillería en Caracas.
La visita de Lampreia puede dejar definiciones para dos grandes proyectos de energía, el primero de los cuales es la construcción de una refinería en el norte o nordeste brasileño por asociación entre las empresas petroleras estatales Petróleos de Venezuela y Petróleos Brasileiros.
El otro es un tendido eléctrico de 1.500 kilómetros para llevar el fluido desde la represa de Guri, en el sureste de Venezuela, hasta la ciudad brasileña de Manaos, ribereña del Amazonas.
A diferencia del proyecto de la refinería, todavía con vitalidad, el del tendido eléctrico ha declinado por las diferencias de precios estimados entre los potenciales vendedor (Venezuela) y comprador (Brasil).
Lampreia se entrevistará con Caldera, con las autoridades del parlamento vnezolano, con ministros del área económica, presidentes de empresas estatales y empresarios privados, e inaugurará la cátedra "Brasil' en la Universidad Central de Venezuela, principal del país.
El canciller brasileño, quien llegará procedente de Amsterdam, partirá rumbo a Brsilia la noche del viernes. (FIN/IPS/hm/dg/if/96