El movimiento campesino-indígena de Bolivia se dividió hoy tras lsa firma de un convenio por tierras entre el gobierno y algunos sectores indígenas.
El pacto, suscrito entre el Ejecutivo y la Confederación de Indígenas del Oriente, colonos y algunas federaciones campesinas, dio fin a una prolongada protesta por una polémica ley de modificación del Servicio de Reforma Agraria.
Simultáneamente, una reunión nacional de dirigentes de la Confederación Sindical Unica de Campesinos de Bolivia (CSUTCB) rechazó la firma del acuerdo y anunció que continuarían las movilizaciones de protesta en La Paz.
Tampoco comparte la suscripción del pacto la Central Obrera Boliviana, para la cual "la lucha continúa", según anunciaron sus principales dirigentes.
La Paz es escenario desde la semana pasada de protestas callejeras de al menos 15.000 campesinos que llegaron para rechazar algunos puntos de la ley.
El principal cuestionamiento de los campesinos al texto es la creación de una superintendencia agraria con facultades para revertir tierras al Estado por daños ambientales, el desuso de las concesiones o la moratoria en el pago de impuestos. (FIN/IPS/jcr/dg/ip-pr/96