Los tailandeses le tienen pavor a los fantasmas y harían cualquier cosa por no toparse con uno en persona. Pero millones se enfrentan todos los miércoles de noche a los "Espíritus estremecedores" que emergen de las pantallas de televisión.
Se trata de un espeluznante espectáculo lleno de gritos de horror, sádicas y feroces miradas y muertos que vuelven a la vida. El programa comienza a las 22 horas, pero suele reiterarse de madrugada, a través de las pesadillas que genera en los espectadores.
Varios actores célebres admiten en privado que se han negado a participar en la serie porque creen que, si representan a un fantasma, ellos mismos se convertirán en uno. Tomarse ese asunto a la lTomarse ese asunto a la ligera, dicen, constituye una invitación a la mala suerte, la posesión demoníaca o a la locura.
Pero otros aprs de 60 episodios emitidos, s de 60 episodios emitidos, el programa es un éxito y montañas de anunciantes están os que promocionan mientras los temblorosos espectadores se comen las uñas.
"Recibimos muchas cartas y llamadas telefónicas. A veces, los espectadores nos llaman inmediatamente después de la emisión, tanto para quejarse como para elogiarnos", dijo Pawanrat Narksuriy la serie, cuyo nombre en Wan Pud".
Pawanrat explicó al periódico Bangkok Post que el público local interpreta el exceso de misterio y la sutileza de los personajes como un "sabor extranjero" al que rechaza de inmediato, porque desea tramas obvias y sencillas.
"En la mayoría de los casos, si hay quejas al respecto significa que la historpecto significa que la history no explicamos bien qué sucede", agregó.
Este detalle adquiere importancia en las narraciones que incluyen fantasmas, pues, según Pawanrat, ya es suficiente misterio que un muerto pueda relacionarse con los vivos.
"Muchos fanáticos de las telenovelas y el cine quieren que uno les dé la comida en la boca. Así, no tendrán que pensar nada o usar el cerebro para imagi o usar el cerebro para imagiiendo en la pantalla", agregó.
Los espectadores disfrutan especialmente los programas que se relacionen con sus propias vivencias. Por eso, se alienta al público a enviar cartas a los ejecutivos de los canales. Los autores de aquellas historias que se realicen reciben una paga.
Los guionistas novicios también son incentivados a proponer sus trabajos y se les paga, a pesar de que los programas, en general, son escritos nuevamente por guionistas profesionales que saben exactamente dónde y cómo introducir un grito, un desmayo o una pausa misteriosa.
Muchos de los personajes más atractivos de "Espíritus estremecedores" son encarnados por "actores invitados", pues, en general, las estrellas de la televisión participan en otros programas y, por eso, no pueden dedicarse de lleno a la serie de terror.
Además, algunos actores aceptan trabajar solo en los programas que se emiten en el segmento de horario más importante, pues pretenden mantener su prestigio de ese modo, según analistas de la industria del espectáculo.
Sin embargo, muchos actores célebres aparecieron en el programa, como Kanchai Kamnerdploy, Kongkrapun Saengsuriya, Chudapha Chantaketr y Tatsuang Maneechan. Incluso la estrbandonó su descanso y particdas agendas. Pero varios admitieron en privado que la razón real de su negativa es que tienen demasiado miedo a los fantasmas y los muertos, pues nadie se toma a la ligera estas cuestiones en esta sociedad tan supersticiosa.
"Los actores tienen todo tipo de razones y excusas para evitar que se los identifique con cualquier cosa que tenga que ver con los fantasmas. Y nuestro programa ha permanecido todo este tiempo porque nos esforzamos en narrar un terror realista", dijo Pawanrat.
El director creativo de "Espíritus estremecedores" consideró que la serie no tiene relación con las tradicionales películas dl país, pues éstas, sostuvo, "prestan más atención a los aspectos cómicos que a los elementos escalofriantes".
"Nuestra serie apuntaar tu espina dorsal", agregó.
"Claro, tenemos escen "Claro, tenemos escenas tranquilas en las que los personajes afrontan situaciones que parecen normales. Pero somos conscientes de que la audiencia está esperando la escena de horror. Los 60 capítulos que grabamos en un año confirman el éxito de la estrategia", afirmó.
Una de las principales actrices del programa, Chudapha Chaes del programa, Chudapha Chantaketr, está maravillada porque ha llegado a atacar a los espectadores aun en sueñolos espectadores aun en sueños, según ellos mismos le han contado.
"Creo que estos personajes mantienen un aura de misterio, porque no existe nada más aterrador que ser estrangulado por un fantasma hasta morir. Además, el público ve el programa a una h público ve el programa a una hora en que la realidad y la pora en que la realidad y la pesadilla están en la pantalla como si fueran una sola cosa", dijo.
Kanchana Chanawong, funcionaria bancaria de Bangkok de 29 años, se remecedores". "Por supuesto, le tengo miedo a los fantasmas, como la mayoría de los tailandeses", afirmó.
ilandeses", afirmó.
"Creo en los espíritus. Cuando era niña, tenía pesadillas todas las noches, porque los fantasmas podían matarme o algo así. Llevo encima un amuleto de Buda y rezo todas las noches para que me proteja de los fantasmas", manifestó Kanchana.
El mieestó Kanchana.
El miedo de la joven no se refiere "do de la joven no se refiere "a un tipo de fantasma en particular, sino a todos los fantasmas". "También le tengo miedo a los muertos. Creo que se convierten en fantasmas y entonces van gritando '¡yaaaaaaaaaa!"', exclamó, mientras juntaba sus manos como si estuviera estrangulando a a si estuviera estrangulando a alguien.
lguien.
Las ubicuas "casas de la que apelan los tailandeses para protegerse de fantasmas como los etéreos seres que aparecen en "Espíritus estremecedores". Tienen el tamaño de una casa de muñecas y se ubican en un pedestal, fuera de la residencia u oficfuera de la residencia u oficina.
El objeto de estos aina.
El objeto de estos amuletos es agradar a los fantasmuletos es agradar a los fantasmiven o trabajan en el lugar iven o trabajan en el lugar colocan con esmero comida y flores dentro de las "casas de los espíritus", para que estén cómodos.
Y cuando un peatón o el conductor de un vehículo pasa por una, junta tranquilamente sus manos, baja la cabeza y reza.
Muchos de ellos, al parecer, estuvieron mirando "Espírcer, estuvieron mirando "Espíritus burlones". (FIN/IPS/tra-en/re/mj/cr/96
