Irlanda se vio a sí misma durante mucho tiempo como un país insignificante en los confines de Europa. Pero ahora disfruta un innegable renacimiento que se manifiesta en todas las expresiones de su cultura.
Desde las alturas del premio Nobel de literatura, obtenido el año pasado por Derryman Seamus Heaney, hasta los estudios de Hollywood y pasando por las dos dimensiones de la historieta, los irlandeses se han ganado un nombre.
James Bond pidió su nuevo cuerpo prestado al actor Pierce Brosnan, un irlandés. La Feria del Libro de Francfurt prestó especial atención este año a los escritores irlandeses.
El festival de cine de Venecia galardonó a la irlandesa "Michael Collins" como mejor película de la muestra. El filme fue dirigido por el célebre Neil Jordan, el irlandés que realizó "El juego de las lágrimas" y "Entrevista con un vampiro".
Su protagonista, el también irlandés Liam Neeson, fue elegido mejor actor. Otros dos actores de "Michael Collins", los irlandeses Aidan Quinn y Stephen Rea, son cortejados por los estudios de Hollywood, al igual que su compatriota Gabriel Byrne.
Ahora son tiempos de gloria para Irlanda en materia de cultura. Es raras ocasiones no figuran nombres irlandeses entre los nominados para una competencia artística internacional.
En años recientes, Roddy Doyle ganó el premio literario británico Booker por su novela "Paddy Clarke Ha Ha", y "Mi pie izquierdo", de Jim Sheridan, fue la primera película irlandesa galardonada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
El protagonista, Daniel Day Lewis (vaya casualidad, de nacionalidad irlandesa), ganó entonces el Oscar a la mejor actuación masculina.
Los irlandeses, para colmo, ganaron tres medallas de oro más que Gran Bretaña, un país 15 veces más poblado, en las olimpíadas de este año en Atlanta, Estados Unidos.
Irlanda fue parte del Reino Unido hasta 1920. Dos años después, el territorio meridional de la isla obtuvo categoría de estado independiente de la Comunidad Británica de Naciones, alianza con la que rompió vínculos en 1949, cuando se convirtió en república.
Así, esta nación, a la que se caracterizara otrora como "envidiosa" por admitir de mal humor los éxitos de otros, afuncionario mencionó en tal sentido los ejemplos de Nelson Mandela en Sudáfrica o Julius Nyerere en Tanzania.
"Los líderes deben dedicarse a algo más que al trabajo burocrático. Tienen que darle cuerpo a una visi