El ministro de Economía de Argentina, Roque Fernández, aseguró hoy que el cruce de acusaciones y denuncias entre su antecesor Domingo Cavallo y altos miembros del gobierno no afecta a las inversiones, como advirtieron numerosos empresarios.
"Este tipo de debates ocurren en todos los países, pero los aspectos fundamentales de la economía están bien y por lo tanto no va tener repercusión negativa en la economía ni va a afectar las inversiones", dijo este viernes el ministro.
En la última semana, Cavallo formuló graves denuncias sobre el comportamiento de algunos miembros del gabinete del presidente Carlos Menem, a quienes acusó de manipular a su antojo a jueces y fiscales, un hecho que en lo personal no le garantiza seguridad jurídica.
Las acusaciones fueron rechazadas por el ministro del Interior, Carlos Corach, principal blanco de las críticas, quien anunció que el lunes próximo denunciará a Cavallo ante la justicia.
Menem, en tanto, trató de minimizar las denuncias al asegurar que su ex ministro "se pasó a la oposición, y eso es todo".
La bolsa reaccionó con una baja promedio de 3,1 por ciento el miércoles, un día después de las declaraciones de Cavallo, pero en las dos últimas jornadas las acciones se recuperaron.
"Los mercados de acciones están comenzando a divorciarse de los avatares políticos", opinó Ricardo González Fraga, director del Instituto del Mercado de Capitales.
No obstante, en medio del fuego cruzado de acusaciones, los argentinos se manifiestan más escépticos que nunca respecto de sus dirigentes y las empresas temen por el futuro de las inversiones, ya que advierten que el clima político enrarecido despierta inquietud entre algunos agentes del exterior.
Tras las primeras escaramuzas entre los antiguos compañeros de gabinete, un sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública reveló que sólo 3,3 por ciento de la población confía en el gobierno, 22,4 por ciento en el ex ministro y más de la mitad en ninguna de las partes.
La encuesta se complementa con otro estudio, de la consultora Ricardo Rouvier, que indica que 81 por ciento de los argentinos cree que son ciertas las denuncias de Cavallo, aunque baja a 35 por ciento el porcentaje de los que lo votarían para diputado.
"Si Cavallo sabía que había ministros que manejaban a los jueces a su antojo, ?por qué no lo dijo cuando estaba en el gobierno?", se interrogó Daniel Mendoza, un estudiante de Derecho que cree que dice la verdad, pero "eso no significa que no sea tan responsable como los funcionarios a los que acusa".
Cavallo, que formó parte del gobierno de Menem durante siete años, confesó esta semana desde Nueva York no sentirse seguro desde el punto de vista jurídico, pero muchos de los consultados creen que su denuncia responde a un contraataque, pues el ex ministro tiene varias causas pendientes en la justicia.
El ex ministro debe declarar en un proceso por un millonario soborno pagado por la transnacional IBM al Banco Nación. Está siendo investigado por la quiebra presuntamente fraudulenta de un banco y tiene un proceso por enriquecimiento ilícito.
Una versión periodística basada en fuentes judiciales, señala que en uno de los procesos le podrían dictar prisión preventiva, por presión expresa del Ministerio del Interior.
"Si la justicia lo condena, ese fallo será sospechado de ilegítimo", advirtió el diputado oficialista César Arias, que sostiene esta hipótesis.
Otros creen que las denuncias constituyen un inusual lanzamiento de campaña del ex ministro, quien había anunciado días antes su deseo de presentarse como candidato a diputado en 1997, fuera del oficialismo.
El propio presidente intentó colocar las denuncias en un marco de competencia electoral. Pero los empresarios advirtieron que las acusaciones de Cavallo están comenzando a interferir en las decisiones de algunos inversores, sobre todo en el sector financiero, donde hay mayor volatilidad.
"Parece que aquí hay funcionarios que no entienden que vivimos en un mundo globalizado no sólo para la economía sino también para la información", advirtió el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos de la Vega, quien anticipó que "el clima político puede perjudicar las inversiones extranjeras".
"La repercusión externa de los dichos de Cavallo fue muy fuerte y negativa para Argentina", añadió De la Vega, en base a los llamados que recibió en los últimos días de agentes del exterior para consultar sobre lo que pasa en Argentina.
Claudio Sebastiani, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, señaló que las palabras del ex ministro "pegaron duro en los grupos de inversión financiera de Estados Unidos" y admitió que "si no hay calma, es difícil remontar la recesión".
Además, no son pocos los empresarios, y tampoco los analistas, que opinan que la decisión de Cavallo de hablar desde Nueva York, no fue casual.
Marcelo Bonelli, comentarista económico del diario Clarín, asegura que el ex ministro cuenta con el apoyo del Grupo de los 30, la agrupación de las figuras más destacadas de las finanzas mundiales, presidida por Paul Volcker, no es la única que lo respalda.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial advirtieron hace dos semanas que en América Latina la corrupción "es un cáncer" y pone en riesgo aún a los aparentemente más sólidos logros obtenidos en el terreno económico. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96