El jefe del ejército argentino, general Martín balza, desmintió hoy al comandante de la Armada, quien esta semana sugirió que Chile se cuenta entre las hipótesis de conflicto de Argentina.
Balza debió aclarar que Argentina mantiene con Chile "una relación de amistad, respeto y comprensión", una versión que contradice al almirante Enrique Molina Pico, quien el miércoles mencionó al país vecino como un problema potencial de seguridad para Argentina.
Molina asistió a una conferencia con un grupo de ex diplomáticos y allí protestó por la insuficiencia de un presupuesto de defensa que habría puesto a la Marina en estado de "extinción".
También comparó las dificultades que en su opinión afectan el sistema de defensa de Argentina con el desarrollo de las Fuerzas Armadas de Chile.
Los temores del marino por la presunta superioridad militar de Chile contrastan con la inminente realización de una práctica conjunta de los ejércitos de Argentina y Brasil, que comenzará el 12 de octubre en este país.
A la práctica fueron invitados mandos militares de Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia y los organizadores no descartan para el futuro maniobras militares conjuntas entre argentinos y chilenos.
Las declaraciones de Molina sorprendieron a su audiencia por el enérgico tono utilizado, y provocaron malestar tanto en la cancillería argentina como en la embajada de Chile en Buenos Aires, que las calificó de "balde de agua fría".
Chile es el mayor inversor latinoamericano en Argentina, con un monto estimado en casi 7.000 millones de dólares. Empresas chilenas manejan incluso áreas estratégicamente, claves como el suministro de electricidad a la capital argentina y la central hidroeléctrica de El Chocón.
El caso de El Chocón fue siempre destacado por el canciller argentino Guido Di Tella como señal de confianza, que muestra una nueva relación entre dos vecinos que comparten una frontera de mas de 2.000 kilómetros.
Así mismo, esta semana entró en vigor el tratado de asociación comercial de Chile con el Mercado Común del Sur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Argentina y Chile estuvieron en 1980 al borde de la guerra por el fronterizo canal de Beagle, pero en 1991 suscribieron un acuerdo para demarcar de manera definitiva los 24 puntos limítrofes en discusión.
Sólo subsiste hoy la disputa por la zona de los Hielos Continentales, en el sur. Los parlamentos de ambos países demoran la ratificación del acuerdo por diferencias respecto de la demarcación.
En los últimos meses, se introdujo un protocolo adicional que aclara algunos puntos oscuros del acuerdo de 1991. Con esos documentos se reunirán el 1 de noviembre en la occidental provincia argentina de Mendoza legisladores de ambos países para intentar la ratificación del tratado antes de fin de año. (FIN/mv)
