AMERICA LATINA: Urge modernización de la infraestructura

Un estudio reciente del Banco Germánico para América del Sur establece que América Latina necesita de 35.000 a 60.000 millones de dólares anuales en los próximos 10 a 15 años para modernizar su infraestructura.

"Un suministro deficiente de energía así como vías de comunicación y telecomunicación en mal estado pueden frenar el proceso de desarrollo en América Latina", advierte el estudio.

El punto esencial en la modernización de la infraestrucura, recae, según el autor del estudio, Heinz Mewes, en el segmento energía y telecomunicaciones. Especialmente en aquellos países con rápido desarrollo de sus economías, como Brasil, México, Argentina y Chile.

La mayoría de los países de América Latina definitivamente no están en condiciones de realizar y financiar esta inversión sin ayuda extranjera, según el estudio entregado a IPS.

Gran parte de los gobiernos de la región se esfuerzan por alcanzar el saneamiento duradero de las finanzas públicas por medio de reformas impositivas, minimizando los gastos y privatizando empresas estatales.

El Estado se retira cada vez más del acontecer económico y traspasa sus obligaciones a la economía privada. Productores y distribuidores de energía, compañías de teléfonos, líneas aéreas y constructoras de caminos pasan a manos privadas.

Ante esta situación, Mewes no espera que se hagan inversiones estatales para mejorar la infraestructura.

Las inversiones privadas de empresas locales son escasas, debido a las pocas posibilidades de financiamiento existentes, y los mercados de capital latinoamericanos no están en condiciones, comenta el estudio.

Una actividad de ahorro mínima ha impedido hasta el momento la creación de un segmento financiero variado y eficiente.

La cuota promedio de ahorro de las economías en la región es de 20 por ciento. Sólo Chile es la excepción con la formación anual de ahorros de 27 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Por este motivo son cada vez más importantes los socios extranjeros que dispongan de capital a largo plazo para el financiamiento y la realización de las inversiones en el segmento infraestructura.

"La sostenida apertura de los mercados y las condiciones económicas favorables hacen que inversionistas extranjeros se interesen más por la región", dice el documento.

En los años 80, las inversiones directas extranjeras en América Latina eran en promedio de 5.000 a 6.000 millones de dólares anuales. Actualmente fluyen cerca de 25.000 millones de dolares por año.

La combinación de medios financieros locales con capital internacional, son según el autor del estudio un camino posible y efectivo para financiar los proyectos en la infraestructura a realizar en América Latina en los próximos años.

La forma de financiamiento de proyectos, como los realizados en los años 80, especialmente en los países en desarrollo y umbrales en Asia es popular desde los años 90 en América Latina.

La particularidad de esta forma de financiamiento, en la que socios internacionales y locales se dividen las tareas y los riesgos es que los medios para amortizar la deuda se extraen de la futura renta del proyecto.

Este tipo de transacción funciona, en general, como el principio, 'Build Operate Transfer' (BOT), en el que empresas privadas, en su mayoría, son las que se hacen cargo del financiamiento, la realización y el funcionamiento del proyecto. Más tarde podrán entregar la administración a una empresa local.

Un ejemplo es la autopista 'Mercosur', en planificación, que unirá las ciudades de Sao Paulo, Santos, Porto Alegre, Montevideo y Buenos Aires.

El volumen de inversión es de alrededor de 15.000 millones de dólares, financiado en gran parte por fuentes privadas. Los corredores saldarán la deuda con impuestos de peaje.

Segun Mewes, el financiamiento de proyectos de infraestructura necesita capital a largo plazo.

Pero añade que los problemas económicos aún no solucionados en América Latina y el resultante alto riesgo, hacen la movilización de capital extranjero a largo plazo con condiciones favorables muy difícil.

Importante en este marco de financiamiento de proyectos de infraestructura en América Latina es la Corporación Financiera Internacional (IFC), dependiente del Banco Mundial.

Esta institución, creada en 1956, financia en cooperación con inversionistas privados proyectos de la economía privada en los países en desarrollo.

El IFC no sólo pone créditos a disposición para proyectos privados sino que enlaza créditos conjuntamento con bancos internacionales y participa en las empresas.

Entre los bancos comerciales que ponen a disposición créditos sindicados (B-Loans), el Grupo de la Dresdner Bank -a la que pertenece el Banco Germánico para la America del Sud- está en el primer lugar.

Para moviloizar créditos de capitales a largo plazo se usaron en los últimos años cada vez más fondos de inversiones especiales, cuyos medios son puestos a disposición sólo para proyectos de infraestructura.

También se utilizaron emisiones de acciones y préstamos de grandes empresas del segmento de distribuición de energía y de telecomunicaciones. (FIN/IPS/raj/jc/if/96

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