/AMBIENTE/AMERICA LATINA: Parques nacionales al borde del colapso

Los sistemas de parques nacionales y Areas Protegidas de América Latina crecen anualmente en el papel, pero en la realidad se encuentran al borde del colapso, amenazados por la presión sobre la tierra y por las políticas macroeconómicas en aplicación.

Bernardo Ortiz, coordinador para América Latina del área de Parques Nacionales de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) dijo a IPS que a la fuerte presión sobre las tierras protegidas que tradicionalmente han ejercido las poblaciones locales se suma ahora una amenaza más grave, la subasta de recursos.

Ortiz mencionó los casos de Perú, Brasil y Suriname, donde los llamados "tigres" asiáticos buscan o han obtenido ya concesiones forestales para extraer madera en vista del agotamiento de ese recurso en su región o a las restricciones que impden explotarlo.

"En nombre de la globalización, América Latina esta vendiendo sus recursos naturales en crudo y no hay una defensa local porque no se ha logrado o no se ha querido integrar a las poblaciones rurales a las áreas protegidas", indicó.

El problema, según Ortiz, es que América Latina, con muy pocas excepciones, sigue el modelo de conservación ambiental establecido por los países del Norte industrializado, de perspectiva puramente biológica, cuando en realidad la conservación es un problema social.

Una opinión similar mantiene Gustavo Suarez, de Perú, para quien las áreas protegidas de la región sufren daños causados por los pobladores rurales más desfavorecidos, y la amenaza, aún más grave, de la extracción minera y petrolera y de la apertura de carreteras.

Las amenazas mencionadas en segundo término son especialmente importantes, apuntó Suarez, por relacionarse con el esfuerzo por el crecimiento económico y el viraje de los gobiernos hacia políticas de libre mercado que han abierto el camino para la minería y la desregulación ambiental.

Este viraje aumenta la exposición de las áreas protegidas a daños provocados por las grandes inversiones en desarrollo, y esto, observó, es difícil de combatir, pues forma parte de políticas oficiales.

Ambos expertos latinoamericanos en el manejo de áreas protegidas participan en el Congreso Mundial de Conservación, convocado por la UICN en Montreal, que se inició este domingo y concluirá el día 23.

Ortiz insiste en que sin el apoyo de las poblaciones locales y sólo a base de vigilancia, no se logrará mantener los sistemas de áreas protegidas en la región, porque cada día hay menos recursos disponibles para la conservación.

Pero además, "debemos abandonar ese viejo concepto de conservar sólo desde el punto biológico y preguntarnos para quién es la conservación", puntualizó.

Agregó que ni siquiera Costa Rica, donde se ha registrado progresos relativamente importantes en el campo de la conservación, proyecta preparar a las comunidades vecinas a las áreas protegidas para que eventualmente puedan manejarlas y beneficiarse de ellas.

Una de las escasas excepciones en la región sería el caso de la reserva biológica de Mamirabua, en el Alto Amazonas de Brasil, donde las comunidades han asumido el manejo del área, la explotan racionalmente y la defienden, porque constituye su medio de subsistencia.

En cambio, las islas ecuatorianas de Galápagos presentan fuerte deterioro debido a la introducción de especies y los habitantes, lejos de ser parte de la isla, son vistos también como una especie introducida en un laboratorio natural, dijo Ortiz.

Galápagos deja millones de dólares al año en turismo, "pero esa actividad está en manos de compañías extranjeras y no queda un sucre (moneda local) en la isla ni en el bolsillo de sus habitantes", afirmó.

Esta situación se replica en menor o mayor grado en el resto de América Latina, lo que significa que "el sistema de Parques Nacionales y Areas Protegidas esta haciendo agua por todas partes".

Ortiz considera que América Latina debe aprender de la experiencia del sur de Africa, donde el mismo problema se solucionó concediendo participación a la población, capacitándola para que se hiciera cargo de las áreas protegidas y pudiera explotarlas racionalmente.

Debido a la crítica situación regional de los sistemas de conservación, la organización del Primer Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y Areas Protegidas será prioritaria dentro del plan estratégico para los próximos tres años, aprobado este fin de semana en Montreal por la comisión de la UICN encargada del tema.

El congreso se realizará en mayo en Santa Marta, Colombia, y cada país llevará un diagnóstico sobre la situación de sus parques nacionales y áreas protegidas.

"Debemos generar un buen debate, plantearnos todos los problemas, porque si no, vamos a terminar escuchando los mismos discursos", esas intervenciones en que "cada país dice en qué porcentaje ha aumentado sus áreas protegidas", advirtió Ortiz.

Pedro Rosabal, oficial del Programa de Areas Protegidas de UICN, dijo que el plan aprobado el fin de semana busca también movilizar a los 1.100 miembros que tiene la organizacisn en 140 países para influir en las políticas que afectan a las áreas protegidas y promover la designación de otras.

Paralelamente, el plan de acción se orientará en los próximos tres años en apoyo de la implementación de la Convención de Biodiversidad, aprobada en 1992. (FIN/IPS/mso/ff/en/96)

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