Una veintena de grupos ambientalistas de América Latina alertaron en Honduras sobre el deterioro que sufren los ecosistemas marinos de la región por la expansión de la industria del camarón cultivado.
En un foro latinoamericano sobre el impacto ecológico de la acuicultura en los países exportadores de camarón, los ecologistas analizan alternativas que permitan frenar la destrucción de los manglares y otras áreas costeras sensibles.
Coordinado por la organización ambientalista internacional Greenpeace y el Comité para la Defensa de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coodefagol) en Honduras, el foro busca llamar la atención sobre los efectos que la acuicultura no sostenible en la región.
El mismo se realiza en la ciudad de Choluteca, en el sur de Honduras, donde la expansión de las camaroneras está causando serios trastornos ecológicos en el Golfo de Fonseca.
Jorge Varela, dirigente de Coodefagol, dijo a IPS que durante el seminario las organizaciones ambientalistas de América Latina analizarán mecanismos que les permitan una mayor coordinación en sus planes para la defensa del ambiente.
Según Varela, si bien la industria del camarón reporta beneficios en los países donde se practica, nadie se preocupa por saber a qué costo los seres humanos están pagando esos beneficios.
"Nosotros no nos oponemos a su existencia, al contrario, somos conscientes que ello trae desarrollo y empleo a un país. Lo único que pedimos es que sus operaciones se realicen luego de estudios ambientales que indiquen que no dañarán los ecosistemas", agregó.
En este sentido, adelantó que una de las conclusiones del foro girará sobre la aplicación de estas evaluaciones, la prohibición de compuestos tóxicos y bioacumulativos en las operaciones de la industria camaronera.
La presencia de Greenpeace y grupos ecologistas de América Latina generó suspicacia entre los empresarios camaroneros de Honduras, que condenaron el foro y organizaron a sus obreros en una marcha de protesta por lo que consideran una agresión para frenar el desarrollo de esa industria.
La Asociación de Empresarios Camaroneros de Honduras dijo en un comunicado de prensa que el foro busca generar un ambiente internacional que prohiba la exportación de camarón de Honduras, obligando al cierre de la industria y provocando desempleo en el país centroamericano.
Sin embargo, voceros de Greenpeace indicaron que el foro sólo pretende analizar estrategias de trabajo que permitan enfrentar un problema mundial como es el deterioro de los ecosistemas en América Latina.
Lorenzo Cardenal, coordinador de Greenpeace para América Central, dijo que hablar de un boicot a la industria camaronera "es algo irresponsable de parte de los empresarios", porque no están en Honduras para eso.
Según Greenpeace, en los últimos nueve años se han destruido unas 3.032 hectáreas de manglar en el Golfo de Fonseca, en su mayoría por causa de una acuicultura no sostenible.
La región del Golfo de Fonseca es una de las zonas costeras más bellas de América Central, y sus aguas son compartidas por Honduras, Nicaragua y El Salvador.
El foro concluirá este miércoles con una propuesta a los países latinoamericanos exportadores de camarón tendiente a promover un desarrollo ecológico sostenible y proteger las comunidades pesqueras que se dedican a la explotación artesanal de los recursos marinos. (FIN/IPS/tm/ag/en/96