Estados Unidos intenta evitar la aprobación en la Cumbre Mundial de la Alimentación, a celebrarse en la capital italiana del 13 al 17 de noviembre, de una resolución que cuestiona implícitamente el embargo económico que aplica a Cuba desde 1962.
Estados Unidos es el único país que objeta el punto cinco del proyecto de Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial, uno de los dos documentos básicos a considerarse en la cumbre.
El punto cinco señala que "los alimentos no deberían utilizarse como instrumento de presión política y económica".
También destaca "la importancia de la cooperación y la solidaridad internacional, así como la necesidad de eliminar medidas económicas y comerciales unilaterales por parte de un estado o de grupos de estados contra otro que afecten el libre flujo del comercio internacional y pongan en peligro la seguridad alimentaria".
Al hablar de grupos de estados, el proyecto de resolución alude indirectamente al caso de Iraq, aislado comercialmente desde 1990 por la Organización de Naciones Unidas.
Juan Nuery, embajador de Cuba ante la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), solicitó cuatro veces al representante de Estados Unidos, el ministro consejero Thomas Austin Forvord, las razones de su oposición al punto cinco de la declaración que deben aprobar los jefes de Estado y de gobierno en Roma.
El delegado norteamericano se mantuvo en silencio en las reuniones del 8 y el 9 de este mes del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, que busca acuerdo sobre la Declaración de Roma y el Plan de Acción que también debe surgir de la cumbre.
Las otras delegaciones se pronunciaron a favor del texto considerado.
El embajador venezolano Fernando Gerbasi, presidente en Roma del Grupo de los 77 (G-77), emprendió gestiones para superar las diferencias en el próximo encuentro del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, que se realizará del 28 al 30 de este mes.
La reunión anunciada será la última de la serie programada para completar la redacción de los dos documentos que dos semanas después deberán aprobar los jefes de Estado y de gobierno en la cumbre.
Estados Unidos, cuya posición pone en duda la aprobación por unanimidad de la Declaración de Roma, presentó un texto alternativo al punto cinco, según ha trascendido.
La propuesta estadounidense habría sido comunicada a todos los miembros de FAO, e incluso al presidente de Cuba, Fidel Castro, como se acostumbra hacer en el caso de materias delicadas.
Pero el punto cinco no es el único en discusión. En efecto, aún se mantienen 176 objeciones, los llamados "corchetes", que identifican capítulos sobre las cuales no hay consenso.
El desacuerdo se refiere desde cuestiones formales a otras, más profundas, como el punto cinco, o si la pobreza es una de las causas principales o la causa principal de la inseguridad alimentaria.
El borrador de la Declaración de Roma consta de cuatro páginas y el del Plan de Acción de 37.
Cien jefes de Estado y de gobierno han confirmado hasta ahora su presencia en la cumbre convocada por FAO. Entre ellos se cuentan los presidentes de cuatro países latinoamericanos: Cuba, Nicaragua, Paraguay y Venezuela. (FIN/IPS/jp/ff/ip/96)