VENEZUELA: Pérez se reúne con ex presidentes de América Central

Un desayuno con ex mandatarios de América Central marcará, el jueves próximo, el retorno al ruedo del ex presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, tras 28 meses de arresto, confirmaron hoy fuentes próximas a ese líder político.

América Central fue protagonista del proceso por el que Pérez resultó primero apartado de la presidencia en 1993 y luego juzgado y sentenciado, el último mayo, a una pena de arresto que vence a la medianoche del miércoles.

Su juicio fue por malversación (desvío) y peculado (apropiación) de 17 millones de dólares de la partida de gastos secretos del Ministerio del Interior, con parte de los cuales, según la acusación, se brindó cooperación policial a Nicaragua.

La Corte Suprema de Justicia condenó a Pérez por malversación y lo absolvió por peculado, con lo cual quedó formalmente intocada la presidenta nicaraguense Violeta Chamorro, según la acusación beneficiaria, como receptora de ayuda, del peculado.

Pérez siempre reivindicó la cooperación con América Central y la mitad de su alegato de defensa ante la Corte, el 23 de noviembre de 1994, se dedicó a subrayar el valor para Venezuela de un istmo con paz, estabilidad y democracia.

El tema será nuevamente repasado en el desayuno con ex presidentes y otros políticos centroamericanos que, según se indicó, encabezará el ex mandatario costarricense Oscar Arias, Premio Nobel de la Paz.

En el frente doméstico, Pérez sale con casi 74 años a cuestas para hacer oposición a su rival histórico, el presidente Rafael Caldera, un socialcristiano independiente de 80 años, y a combatir por la jefatura del partido socialdemócrata Acción Democrática, que lo excluyó de sus filas.

Como el Senado lo despojó de la condición de miembro vitalicio de esa cámara, que le correspondía por su condición de ex presidente, Pérez anunció que buscará una senaduría en 1998 por su estado natal, Táchira, en los Andes del sudoeste cerca de Colombia.

En los días que seguirán a su libertad, el ex mandatario recorrerá 10 de los 22 estados del país, mientras el clima de opinión muestra porcentajes de aceptación de hasta 55 por ciento en varias regiones, según encuestas.

Difusor del proverbio "llueve y escampa", del campo tachirense de donde es oriundo, Pérez se beneficia según los analistas políticos por afrontar su destitución y juicio sin huir del país, como hicieron otros políticos y empresarios encausados.

"Mi permanencia aquí es una reivindicación del político y me siento orgulloso de haber cumplido mis deberes como ciudadano y como latinoamericano", dijo el ex mandatario.

Entre estos últimos, Pérez reivindicó el apoyo que él y otros presidentes venezolanos dieron a los procesos de estabilidad y paz en América Central, admitiendo la contribución con fondos pero sin revelar si los 17 millones tuvieron ese fin.

Pérez y sus abogados siempre invocaron normas legales de seguridad y defensa en Venezuela para negarse a revelar el destino del 17 millones de dólares de la partida secreta.

La Corte acogió el criterio de la acusación, según el cual el desvío entre ministerios fue irregular. Los acusadores sostuvieron que por tratarse de fondos del Ministerio del Interior debieron gastarse dentro del territorio venezolano.

Según la acusación, parte de ese dinero se utilizó en pagar a policías venezolanos que entre abril y junio de 1990 sirvieron como escoltas de Chamorro, entonces recién elegida presidenta.

La defensa siempre arguyó que con ese fin no pudo efectuarse el desvío, en febrero de 1989, porque entonces Chamorro no era siquiera candidata.

Extraoficialmente se supo, durante el proceso, que parte de los fondos alimentaron una bolsa -a la que contribuyeron otros gobiernos iberoamericanos- que financió gestiones de paz entre el gobierno y la guerrilla de El Salvador.

La sentencia de la Corte, que estableció la desviación pero no el peculado, no sólo permite a Pérez sostener que no se probó corrupción, sino que según la Constitución venezolana mantuvo intactos los derechos políticos del ex mandatario.

El ex mandatario, sin embargo, no sale a buscar su tercera presidencia (ya gobernó en 1974-1979 y 1989-1993) y para la cual sólo podría presentarse el año 2003 -cuando tendría 81 años- sino a promover la rebeldía de las bases de Acción Democrática, según los analistas Eleazar Díaz Rangel y Manuel Sierra.

Como varias veces en su larga vida política, Pérez sale a sacar provecho de lo que han sido sus derrotas y ahora esgrimirá su condición de promotor de paz, democracia e integración en América Latina.

El mismo, al desayunar con líderes centroamericanos en el primer día de su recobrada libertad, borra las dudas al respecto. (FIN/IPS/hm/ag/ip/96

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