Turquía procura un acercamiento con Iraq para capitalizar en su favor la victoria militar del Partido Democrático de Kurdistán (KDP) respaldado por Saddam Hussein. Por ello, pone en riesgo su tradicionalmente fluido vínculo con Estados Unidos.
Las victorias del KDP que lidera Massoud Barzani sobre la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) de Jalal Talabani hizo añicos la operación de respaldo a los rebeldes kurdos en el norte de Iraq desarrollada por Estados Unidos desde el fin de la guerra del Golfo, en 1991.
El gobierno en Ankara, que se había opuesto a la operación de Washington desde su inicio, pretende establecer ahora una zona de seguridad en territorio iraquí con anuencia de Bagdad.
Esta pretensión y las gestiones tendentes a concretarla parecen destinadas a generar una crisis de confianza entre Turquía y Estados Unidos, miembros ambos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El gobierno de Turquía siente que los últimos acontecimientos respaldan la negativa a respaldar la operación estadounidense de respaldo a los rebeldes kurdos asumida en 1991, dijo a IPS un alto militar turco que reclamó reserva sobre su identidad.
Con las fuerzas de Estados Unidos obligadas a trasladar el centro de operaciones en defensa de los kurdos del norte de Iraq a territorio turco, "probablemente no sea necesaria nuestra intervención en el norte de Iraq", agregó el funcionario.
El plan turco de establecer una "zona de amortiguación" del otro lado de la frontera con Iraq provocó al principio fuertes reacciones en Bagdad.
Pero las preocupaciones acabaron este miércoles, después de que representantes de Saddam Hussein se entrevistaron con funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía.
La idea de Ankara consiste en forzar a las guerrillas del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) a trasladarse a las llanuras mediante operaciones en una franja de 15 kilómetros de territorio iraquí a lo largo de los 400 kilómetros de frontera.
En la llanura, según los militares turcos, los rebeldes serían reprimidos con mayor facilidad.
Aunque Washington respaldó rápidamente y sin reservas el plan de Turquía, hubo críticas de otros países de la región, de la Unión Europea y de Rusia.
Bagdad permitirá actividad militar limitada y temporaria turca dentro de territorio iraquí si Ankara continúa respaldando la implementación de la resolución 986 de Naciones Unidas, que permite a Iraq ventas de petróleo para la adquisición de alimentos y medicinas.
"No estamos contra las intenciones de Turquía de establecer una franja de seguridad en el norte de Iraq", dijo este miércoles en Ankara el enviado especial de Saddam Hussein, Hamid Yusuf Hammadi, después de las conversaciones oficiales.
Aunque Bagdad aflojó su postura hacia Turquía, aun está lejos de ceder por completo. De todos modos, el tono equilibrado de Hammadi contrastó claramente con las airadas declaraciones oficiales procedentes de Bagdad.
"Iraq replicará con un fuerte embargo comercial si un solo soldado turco se para en territorio iraquí", dijeron los fuertemente controlados medios periodísticos iraquíes.
Ahora, los funcionarios de Turquía niegan que vayan a desplegar tropas en una "zona de amortiguación" dentro de Iraq y afirman que apenas desean declarar la constitución de una "zona de peligro temporario" a lo largo de la frontera para controlar las montañas con equipos electrónicos.
"Las preocupaciones de Turquía crecen debido a la falta de autoridad central en Iraq. Las infiltraciones del PKK en la frontera escapan a la responsabilidad de Ankara", dijo un funcionario turco a sus contrapartes iraquíes este martes, según informes periodísticos.
"Si Iraq no puede frenar la actividad del PKK en su territorio, nosotros nos veremos obligados a hacerlo", dijo a Hammadi el consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía Onur Oymen, según varias versiones.
"Turquía e Iraq alcanzaron un mejor entendimiento", declaró la ministra de Relaciones Exteriores, Tansu Ciller, después de las conversaciones.
Mientras tanto, el primer ministro de Turquía, Necmettin Erbakan, del islámico Partido del Bienestar, permanece en silencio, si bien mantuvo conversaciones con diplomáticos iraquíes en Ankara.
Saddam Hussein acepta que Ankara informe a Bagdad sobre sus operaciones militares en territorio iraquí. El embajador de Iraq en Turquía, Mejwel El-Tiqriti, visitó a Erbakan en su residencia para comunicarle esa posición en nombre de su gobierno.
Pero la cada vez mayor cooperación entre Ankara y Bagdad podría provocar el enojo de Washington, especialmente después de la victoria militar del KDP en la interna kurda y la consolidación del control del norte de Iraq en manos del régimen de Saddam Hussein, advierten analistas.
"El estrechamiento del vínculo entre Ankara y Bagdad en la zona kurda implica, de hecho, la aprobación de Turquía al dominio militar de Iraq en el norte de ese país", opinó el columnista Fatih Cekirge en el diario Sabah.
La reunión entre Erbakan y diplomáticos iraquíes mientras Estados Unidos desarrolla acciones contra Iraq parecen "destinadas a generar una crisis de confianza entre Ankara y Washington", consideró Cekirge.
Turquía y Estados Unidos tienen intereses contrapuestos en el norte de Iraq. La resistencia del gobierno de Erbakan a respaldar las operaciones militares en curso enfurecieron al secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher.
Supuestamente, Washington inició una operación de rescate en beneficio de unos 2.000 kurdos, árabes y turcos en el norte de Iraq que colaboraron con la actividad de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en esa zona.
Los agentes de la CIA se trasladaron al poblado turco de Silopi cuando comenzaron los ataques de Iraq contra la localidad de Irbil el 1 de septiembre.
Entre los colaboradores que la agencia pretende salvar se cuentan oficiales del ejército de Iraq, integrantes del derrotado PUK y funcionarios del Congreso Nacional Iraquí, una organización opositora a Saddam Hussein patrocinada por Estados Unidos.
Turquía está preocupada, fundamentalmente, por el masivo ingreso de refugiados a su territorio iniciado en 1991, tras la derrota de la rebelión kurda en el norte de Iraq que ocurrió tras el fin de la guerra del Golfo, en febrero de 1991. (FIN/IPS/tra- en/nm/fn/mj/ip/96