RUANDA: Repatriación de profesionales para reconstruir el país

El gobierno de Ruanda intenta la repatriación de emigrantes para superar la escasez de profesionales y trabajadores cualificados, que obstruye la reconstrucción de un país devastado hace dos años por la guerra y el genocidio.

El exilio de personal altamente capacitado es un caso tan antiguo como los conflictos étnicos del país, pero ningún antecedente iguala la gravedad de los hechos ocurridos entre abril y julio de 1994.

Algunos profesionales fueron víctima de la masacre de casi un millón de personas perpetrada entonces por los extremistas hutus, y otros huyeron luego de la guerra por temor a ser acusados de complicidad en los crímenes.

Al cesar los combates y la matanza de civiles, los hospitales no tenían médicos, faltaban maestros para las escuelas y la mayoría de los ministerios carecían de personal suficiente para cumplir su cometido.

Sólo 200 de los 800 magistrados con que Ruanda contaba antes del genocidio permanecían aún en el país cuando el Frente Patriótico Ruandés, controlado por la minoría tutsi, expulsó del gobierno a los radicales hutus.

"El agudo déficit de recursos humanos cualificados exige acometer programas intensivos de capacitación, pero la acción del gobierno está limitada por la falta de recursos" financieros, advirtió el presidente Pasteur Bizimungu,

"Una gran cantidad de profesionales murieron y llevará mucho tiempo sustituirlos", dijo Bizimungu en una conferencia realizada en Kigali sobre "La respuesta internacional al conflicto y el genocidio".

El gobierno, apoyado por países occidentales, la Organización Internacional de Migración (OIM) y grupos no gubernamentales, logró desde febrero el regreso de 40 profesionales emigrados.

La Unión Europea y Holanda son los principales patrocinadores del programa "Retorno de Ciudadanos Ruandeses Cualificados", y Alemania anunció que el año próximo respaldará la operación.

"Intentamos ayudar al gobierno de Ruanda en la repatriación de personal capacitado para cubrir los puestos más importantes, principalmente en el sector público, pero también en el privado", explicó a IPS Joost van Der Aalst, jefe de misión de la OIM en Ruanda.

El programa tiene el objetivo de repatriar de varias regiones del mundo a 330 ruandeses altamente cualificados. "Su presupuesto es de tres millones de dólares, y la operación continuará si la primera etapa resulta exitosa", dijo Van Der Aalst.

La OIM traslada a los profesionales y sus familiares desde el país en que éstos se radicaron. Los primeros en volver proceden de Canadá, Estados Unidos, Djibouti, Nigeria, Sudáfrica, Zaire y el área de la Unión Europea.

Algunos integrantes del último grupo de repatriados, llegado el domingo a Kigali, permanecían desde 1959 en Zaire, donde habían huido de viejas persecuciones contra los tutsis.

Jean-Bernard Ruziga, que durante 20 años se desempeñó como investigador en el Ministerio de Educación Superior de Zaire, expresó que su regreso a Ruanda fue largamente postergado.

Ruanda "presenta déficit de recursos humanos en todos los órdenes". Pero fuera del país hay una fuerza importante y su repatriación aumentaría considerablemente la capacidad nacional" de trabajo, declaró Ruziga a IPS.

El viceministro de Servicio Público, Vianney Shumbusho, advirtió que los retornados representan sólo una gota en el océano de las necesidades del país.

"Sólo 26 por ciento de los 40.000 empleados del sector público finalizaron los estudios secundarios, según una encuesta realizada por nuestro Ministerio", informó Shumbusho. (FIN/IPS/tra-en/jbk/ff/pr/96)

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