Las compañías petroleras Mobil de Estados Unidos y PDVSA de Venezuela clavaron hoy nuevos banderines en sus mapas de operaciones internacionales, al pactar una asociación que producirá 100.000 barriles de crudo dentro de seis años.
Se trata de extraer crudos extrapesados en campos de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en el sudeste del país, procesarlos a orillas del Caribe para convertirlos en crudos medianos y finalmente refinarlos en Chalmette, Estados Unidos.
La inversión requerida para el proyecto es de 2.300 millones de dólares, a lo largo de los 35 años que durará la sociedad, con unos 1.600 millones que se invertirán durante el primer quinquenio, en construcción de infraestructura en Venezuela.
Para Mobil se trata de "una parte importante de nuestro plan estratégico en América Latina", dijo su vicepresidente Robert Swanson, luego de enfatizar en la región la producción de gas y en la distribución de combustibles y lubricantes.
Mobil sostiene proyectos de producción de gas en Argentina y Perú, dijo Swanson, de distribución de combustibles en Ecuador y Perú, y de lubricantes en Colombia, México y Venezuela.
En Venezuela, en sociedad con Veba Oel (Alemania) y Nippon Oil (Japón), Mobil obtuvo en enero la concesión para operar el campo La Ceiba, en el oeste, y el cual contendría hasta 1.000 millones de barriles de crudos livianos y medianos, a gran profundidad.
Para el grupo estatal PDVSA, la asociación con Mobil representa la maduración de sus proyectos de incorporar los crudos pesados y extrapesados de la Faja Petrolífera del Orinoco a su potencial de producción.
Esos crudos, sumamente densos, con una gravedad inferior a 10 grados API (American Petroleum Institute), no pueden ir directamente a las refinerías que elaboran combustibles y lubricantes y deben ser "madurados".
Los petróleos pesados son los más abundantes en la Faja, una franja de 35.000 kilómetros cuadrados que contendría 1,2 billones (millones de millones) de barriles, de los que son recuperables con tecnologías conocidas 270.000 millones de barriles.
PDVSA, que actualmente produce unos 2,5 millones de barriles diarios de crudos y condensados, tiene un potencial de producción instalado de tres millones de barriles por día, el cual espera llevar a cinco millones para mediados de la próxima década.
Para entonces, según sus planes, las asociaciones para extraer crudos pesados de la Faja y madurarlos hasta hacerlos medianos o digeribles por refinerías convencionales o de conversión profunda deben aportar unos 560.000 barriles diarios.
Hasta ahora, marchan sendas asociaciones con las estadounidenses Mobil, Arco y Conoco, y con un consorcio de la francesa Total y las noruegas Statoil-Norsk Hydro, habiéndose iniciado el estudio de otra con el gigante Exxon.
Todos esos proyectos siguen un mismo esquema: extraer 100.000 o más barriles diarios de un crudo muy pesado, transportarlo 300 kilómetros al norte hasta el complejo industrial y puerto caribeño de Jose, donde se le transforma en un crudo superior, y luego embarcarlo hacia mercados internacionales.
La asociación con Mobil implica negociaciones para que Lagoven, filial de PDVSA, participe en la refinería de Chalmette, pues "se trata de un acuerdo de negocio integral, que implica producción, mejoramiento y refinación", dijo Julius Trinkunas, presidente de la subsidiaria venezolana.
PDVSA inició en 1983 un programa de "internacionalización" o asociación a complejos refineros o distribuidores en el exterior. Actualmente posee, es socia o maneja en alquiler 16 refinerías en América y Europa, con capacidad para destilar más de dos millones de barriles por día.
En Venezuela, PDVSA tiene seis refinerías que pueden destilar 1,2 millones de barrles diarios, por lo que en total el grupo tiene capacidad para destilar 3,36 millones de barriles/día.
PDVSA tiene un volumen bruto de negocios, a nivel mundial, de 28.000 millones de dólares anuales, y Mobil de 60.000 millones. (FIN/IPS/hm/ag/if/96
