La mayoría de los países de Medio Oriente reaccionaron con cautela y los gobiernos del Golfo permanecieron en silencio ante el ataque hoy de Estados Unidos a objetivos militares del sur de Iraq, dejando a cargo de la Liga Arabe las expresiones de condena.
La Liga Arabe consideró el ataque como una violación de la soberanía de una nación árabe, aunque Washington lo justificó como una respuesta al presidente iraquí Saddam Hussein por su incursión del fin de semana en la zona de seguridad, en apoyo de una facción de guerrilleros kurdos.
El representante de Iraq en la Liga advirtió que los ataques de la mañana del jueves ponen en riesgo la seguridad y la estabilidad de toda la región.
En una declaración emitida este jueves, el secretario general de la Liga, Esmat Abdul Meguid, criticó duramente la acción de Washington, señalando que carece de legitimidad internacional. "La consideramos entonces una violación de la soberanía de un país árabe… y una interferencia con sus asuntos internos", manifestó.
La organización reiteró su apoyo a la integridad de Iraq y su condena a las interferencias extranjeras en el norte de ese país.
Mientras, funcionarios de Abu Dhabi anunciaron que los seis cancilleres del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) se reunirán este sábado para discutir la situación en Iraq y la cuestión de los kurdos.
Antes del ataque de este jueves, medios oficiales del CCG se habían manifestado contrarios a que el ejército de Estados Unidos "diera una lección" al líder iraquí Saddam Hussein.
Arabia Saudita, el país más poderoso del CCG y principal aliado árabe de Estados Unidos, se reservó su opinión sobre el ataque, aunque anteriormente varios periódicos saudíes habían condenado la incursión del ejército de Iraq en el norte del país, declarado "zona de seguridad" por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El único gobierno del CCG que realizó comentarios oficiales fue Kuwait, que entiende "plenamente" el ataque de Washington. "Kuwait reafirma la necesidad de que Iraq respete plenamente todas las resoluciones internacionales para asegurar la paz y la estabilidad en la región", dice la declaración.
Hay unos 20.000 soldados estadounidenses y 300 aviones de guerra desplegados en el Golfo y sus alrededores, muchos de ellos en Kuwait y Arabia Saudita.
No quedó claro si el CCG, que se alió con Estados Unidos contra Iraq en la guerra del Golfo de 1991, emitirá su propia declaración conjunta, ni si esta será tan fuerte como la condena de la Liga. Todos los miembros del CCG integran la Liga Arabe.
Pero el diario oficial de EAU "al-Ittihad" manifestó este lunes su respaldo a Iraq tras el operativo del fin de semana en Irbil, al norte de la región kurda de Iraq, afirmando que la soberanía es el derecho de cada Estado independiente, según determinan las leyes internacionales.
En otra parte del mundo árabe, un vocero de la cancillería de Siria dijo a medios occidentales en Damasco que el país condena el ataque con misiles, el cual "constituyó una amenaza a la unidad e integridad de Iraq y exacerbó los sentimientos del pueblo iraquí".
En Amman, el gabinete jordano hizo un llamado a las partes a que "eviten la violencia y sigan las resoluciones de la ONU", pero reiteró su oposición a "cualquier intento por dañar la soberanía iraquí", en una declaración divulgada por la radio jordana.
Tras una reunión de gabinete, el ministro de Información jordano, Marwan Muasher, dijo a los periodistas que "Jordania rechaza cualquier intento de dañar la soberanía de Iraq y la unidad de su pueblo y territorio", aunque no mencionó a Estados Unidos.
Este lunes el rey Hussein de Jordania, en referencia a informaciones occidentales según las cuales Estados Unidos se propone lanzar nuevos ataques contra Iraq desde Jordania, aseguró que tales operaciones no serían permitidas. En 1991, Amman se negó a enviar tropas a la coalición contra Iraq.
El asalto sobre Iraq se produjo un día despúes que el general John Shalikashvili, jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, se reuniera con el rey Hussein para discutir la situación en la región.
Egipto hizo un llamado a todas las partes a detener las operaciones militares en Iraq. Según una declaración de la cancillería egipcia en El Cairo, "estas medidas aumentan la tensión en Iraq y en toda la región, y ponen en peligro la vida de civiles".
Egipto y Siria fueron miembros de la coalición contra Iraq en 1991.
El enviado iraquí a la Liga Arabe, Nabil Negum, condenó el ataque contra su país, advirtiendo que amenaza la estabilidad regional. "Es una agresión estadounidense, una agresión política contra Iraq (que) hará peligrar la estabilidad y seguridad de toda la región", sostuvo.
El enviado defendió la operación militar de su país en el norte kurdo como un intento por mantener la estabilidad.
El operativo "da una clara señal de cómo el gobierno de Estados Unidos se comporta en relación a Iraq, mientras el gobierno iraquí cumple su responsabilidad para mantener la seguridad y la estabilidad en el norte de Iraq mediante una operación pequeña y muy limitada", dijo Negum. (FIN/IPS/ab/mom/rj/ml-lp/ip/96