La música pop del verano en Estados Unidos cambió desde la época en que grupos como los Beach Boys cantaban sobre playas, chicas y automóviles. Este verano los músicos han tomado el tema de la muerte.
"Alguien me diga por qué/ tenemos que morir", dice la última canción del grupo Bone Thugs N Harmony, "Tha Crossroads", editada por Relativity Records, que logró alta popularidad durante el verano.
"Lo siento, nunca te dije/ todo lo que tenía para decir", canta Mariah Carey a un amigo muerto en su éxito del verano "One Sweet Day" (Un dulce día), en Sony/Columbia.
En un éxito reciente mucho más alegre, como el tema del rapero Nas "Si dirigiera el mundo (Imagínalo), en Def Jam, la letra fantasea no sólo sobre la riqueza y la fama, sino también sobre la liberación de prisioneros negros y la comprensión del motivo por el cual muere tanta gente joven.
A diferencia de viejos tiempos, los músicos creadores de los sonidos guerreros del rock moderno y el mundo callejero y desolado del rap se vuelcan a temas serios, como el abuso de las drogas o la violencia juvenil.
Lo sorprendente, no obstante, es que los éxitos de este verano, independientemente del género, se han referido invariablmente a la muerte.
Con algunas excepciones, más notablemente la locura del baile "Macarena" promovida por la canción española, el verano ha sido una estación sombría.
"Tha Crossroads" (Encrucijada) es el ejemplo perfecto: un gran éxito para un grupo de rap virtualmente desconocido, la canción llamó la atención por su combinación de canto melancólico y el ritmo entrecortado del rapping, creando una atrayente armonía musical que acompañó palabras de lamento por la muerte de amigos y familiares muertos.
Bone Thugs N Harmony también añadió un toque de blues a su canción sobre la encrucijada, el lugar de encuentro con el diablo del que hablan canciones de maestros del blues como Robert Johnson.
"Te encontraré en la encrucijada, así que no estarás solo", canta el grupo, en un intento por consolar a quienes temen la muerte, aunque es de sospechar que pocas personas podrán tranquilizarse ante una cita con los siniestros raperos de Bone Thugs N Harmony después de morir.
La canción y el vídeo que la acompañan se refieren al último productor del Grupo, Eric "Eazy E" Wright, quien murió de sida el año pasado, tras consolidarse como el destacado empresario del rap.
Nas ha dicho que se vio inspirado a "rapear" más sobre la violencia tras el reciente asesinato de su amigo de la infancia.
No todas las canciones están inspiradas en muertes reales. Mariah Carey y Boys II Men, en su dueto sobre "Un dulce día", le cantan a una casta más generalizada de amigos y amantes que siguieron su camino.
Como con las canciones rap, el contraste entre texturas almibaradas y el significado real de las letras es discordante.
La tendencia a las letras sobre la muerte surgió en los últimos años, particularmente en los estilo soul y rap, los dos géneros más escuchados por adolescentes negros.
Quizás el aumento de las muertes entre los jóvenes negros, asesinados con armas de fuego en un índice cinco veces superior al de jóvenes blancos, ha jugado un papel en la popularidad de las melodías funerales como el rap de Ice Cube de 1991 titulado "Homiez muerto", de ediciones Priority.
Pero no son sólo los artistas negros quienes tienen un estado de ánimo tan especial. El éxito de Cranberries, un grupo de rock irlandés, creció este verano con dos canciones con temas decididamente mórbidos.
Al comienzo del verano, el grupo se destacaba en la radio con "Salvation", grabada por Island, y ahora, al final de la estación, presenta un ritmo más movido con la canción "Free to Decide" (Libre de decidir), en la cual la cantante Delores O'Riordan dice "Soy libre de decidir/No soy tan suicida, después de todo".
Tras un verano de canciones sobre la muerte, esa es una idea reconfortante. (FIN/IPS/tra-en/fah/hvdb/lp/cr/96