Meteorólogos atribuyen las pesadas lluvias que este año sembraron el caos en Guyana a cambios climáticos, mientras estudian medidas para mantener el nuevo fenómeno bajo estrecha vigilancia.
Durante los últimos 10 años, según los meteorólogos, el conjunto del Caribe ha sido testigo de un cambio en los patrones climáticos. En toda la región hay ahora menos días lluviosos, aunque cuando llueve las precipitaciones son intensas y a menudo devastadoras.
El caso de Guyana presenta un ejemplo. "Registramos lluvia todos los días en mayo, junio y julio. El único día en que no hubo precipitaciones fue el 5 de julio. Casi no hubo interrupción", dijo S.M. Khan, jefe del servicio meteorológico.
Los ríos y arroyos desbordaron sus riberas, inundando territorios de asentamiento de comunidades a lo largo de reservas indígenas.
Se estima que 90 por ciento de 750.000 guyanenses viven en el angosto cinturón costero, dejando una vasta extensión sin poblar en el interior.
La mayoría de las áreas costeras se encuentran a unos 1,8 metros por debajo del nivel del Atlántico, forzando a las autoridades a mantener un costoso sistema de diques marítimos y sistemas de drenaje.
La situación fue amenazante para las comunidades de la costa y el interior, donde las continuas e intensas lluvias hacen la vida cada vez más difícil para taladores, pescadores y mineros.
Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) divulgado la semana pasada reveló que más de 35.000 personas han sido afectadas por el alto nivel de precipitaciones.
Las fuertes lluvias, sumadas a una mala infraestructura de drenaje e irrigación, provocaron inundaciones tan extensas en los últimos tres meses que el gobierno se vio forzado a declarar una emergencia nacional y a solicitar la asistencia internacional.
Alrededor de 8.094 hectáreas de arroz, tercera fuente de divisas para el país tras el azúcar y el oro, quedaron arruinadas por las lluvias. En 1991, el arroz representó 14 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.
Pero en los 12 meses previos a este desastre natural, Guyana había experimentado una severa sequía.
Algunos especialistas atribuyen el cambio en los patrones climáticos a las acciones humanas. El meteorólogo de Trinidad y Tobago Steve Pollonais afirma que la región debe ocuparse más seriamente de la reforestación, mientras otros se refieren a la necesidad de mejorar los equipos para supervisar estos cambios.
Algunas esperanzas provienen de la promesa de 7,6 millones de dólares para un proyecto denominado "Planificación Caribeña para la Adaptación al Cambio Climático".
La Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, deberá ocuparse de la ejecución del programa y de nuevos equipos para los países de la Comunidad del Caribe (Caricom).
Meteorólogos regionales planifican una reunión, a celebrarse en noviembre en Anguila, para discutir la nueva situación, que afecta a varios países de la región. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/lp/en/96