Tras varios meses de discusión y análisis, el parlamento del Ecuador aprobó una "ley protectora de la biodiversidad" impulsada por organizaciones indígenas en respuesta a la llamada "biopiratería internacional".
Para que el nuevo texto constitucional entre en vigencia deberá ser revisado por el presidente Abdalá Bucaram, quien ya mostró intenciones de aprobarlo.
El texto establece que el Estado es el único titular de los derechos de propiedad de las especies que conforman la biodiversidad de este país, que serán consideradas como bienes nacionales y de uso público.
Asimismo, la explotación comercial de los recursos naturales quedará sujeta a un reglamento especial que "dictará el presidente de la república, garantizando los derechos ancestrales de las comunidades indígenas", según señala.
Analistas locales indicaron que la nueva ley es un logro del primer bloque parlamentario indígena en la historia de Ecuador, que consiguió ocho escaños sobre 82 en las elecciones de mayo pasado y se consolidó como la cuarta fuerza electoral del país.
En junio, representantes de las diez comunidades indígenas que habitan en territorio ecuatoriano denunciaron que una empresa farmacéutica de Estados Unidos había patentado en ese país la "ayahuasca" (o yagué), bebida ceremonial utilizada por las comunidades de la cuenca amazónica.
Conforme avanzaron las investigaciones, la sorpresa de los indígenas fue en aumento, pues se comprobó que la International Plant Medicine Corporation había registrado comercialmente la ayahuasca desde hace diez años como una bebida medicinal extraída del bejuco amazónico banisteriospsisi caapi.
El poder alucinógeno de la ayahuasca hace que los shamanes controlen el consumo de esta bebida en las comunidades indígenas y que sólo ellos guarden los secretos de su preparación, explicó a IPS Valerio Grefa, secretario general de la Confederación de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).
El registro comercial de la ayahuasca "es el caso más grave de los muchos de biopiratería que se han registrado en toda América", destacó.
La sangre de drago, la uña de gato y muchas otras plantas medicinales "ya son vendidas en todo el mundo y nosotros no hemos recibido ningún beneficio", dijo a IPS Agustín Grefa, shamán de la comunidad de Río Blanco, en la región amazónica de Ecuador.
"Nuestra presencia en la política debe tener fines concretos. Debemos defender lo nuestro ante cualquiera pues es el único patrimonio que tenemos y que nos ha costado miles de años de aprendizaje", subrayó.
La patente de la ayahuasca en Estados Unidos abrió una polémica internacional sobre los derechos legales de los pueblos autóctonos a mantener sus conocimientos ancestrales, dijo el secretario de la COICA.
Las demandas de las organizaciones indígenas al parlamento ecuatoriano lograron que por el momento queden suspendidos los acuerdos bilaterales sobre propiedad intelectual que se negociaban con Estados Unidos. (FIN/IPS/mg/dg/en-pr/96)