El liberal Arnoldo Alemán busca un debate televisivo con su principal rival electoral en Nicaragua, el sandinista Daniel Ortega, para evitar una segunda vuelta en la que ambos tendrían similares posibilidades de triunfo.
"Hace un año, Alemán no necesitaba un debate. Con 20 puntos de diferencia, era una tontería exponerse a un debate. Sin embargo, ahora se vuelve importante porque Daniel Ortega está muy cerca", dijo a IPS Víctor Borge, responsable de una importante empresa encuestadora en Nicaragua.
Según su última encuesta, realizada de los días 1 al 6 entre 1.200 nicaragüenses mayores de 16 años, Alemán registra 41 por ciento de intención de votos frente a 35 por ciento de Ortega, para las elecciones generales de octubre.
En julio, la diferencia entre ambos era de 10 puntos porcentuales, y desde agosto de 1995, fecha en que Borge reanudó sus encuestas de opinión en Nicaragua, el candidato liberal se mantiene estancado entre 40 y 42 por ciento.
En cambio, en el mismo período Ortega ha pasado del 20 al 35 por ciento.
"Con una campaña estable de Alemán y un Daniel (Ortega) en ascenso, puede suceder que vayamos a segunda vuelta", comentó Borge.
La Ley Electoral establece que para ganar en primera vuelta, el primer candidato debe obtener más del 45 por ciento de los votos. De lo contrario, los dos más votados deberán ir a una segunda vuelta en un plazo no mayor de 30 días.
"En una segunda vuelta, los dos tendrían posibilidades reales de ganar porque la opinión que tienen de ellos como personalidades políticas es casi pareja", añadió Borge.
Alemán retó a Ortega la semana pasada a un debate público, cara a cara y sin condiciones, para que el elector conozca sus programas y saque sus conclusiones.
Sin embargo, el líder sandinista dijo que debatirá con su oponente liberal una vez que éste firme un compromiso nacional denominado "Agenda Mínima", el cual fue suscrito por todos los demás candidatos presidenciales.
En esa oportunidad, Alemán dijo que se negó a firmarlo porque era un invento de un ex alto funcionario del gobierno sandinista.
No obstante, el documento fue promovido por la vicepresidenta Julia Mena, la Iglesia Católica y más de 40 organizaciones de la sociedad civil.
La Agenda Mínima señala los principales retos que deberá resolver el próximo gobierno en materia de propiedad, producción, salud, educación y justicia.
"Un debate entre los dos candidatos principales conlleva verdaderos riesgos, aún cuando se asegure una adecuada preparación de ambas partes", señaló el experto Hernando González, de la Universidad Internacional de la Florida, Estados Unidos.
No obstante, González valoró que los candidatos deben asumir los riesgos y sentarse a debatir, ya que despejarían muchas dudas e inquietudes en relación a su propuesta de gobierno.
"Los simpatizantes de cada lado probablemente no cambiarían su opinión por causa del debate. Pero, para los electores aún indecisos, su realización podría bien ayudarles a decidir por quién votar", insistió el experto. (FIN/IPS/rf/ag/ip/96