La Organización de Naciones Unidas (ONU) resolvió enfrentar la campaña de dirigentes aislacionistas del Partido Republicano de Estados Unidos, que acusan al foro mundial de atribuirse facultades de gobierno internacional.
"Se ha divulgado mucha desinformación, a veces aterradora", declaró Sylvana Foa, portavoz de la ONU.
Los republicanos han afirmado que la ONU pretende recaudar directamente impuestos en los países que la conforman, crear un ejército mundial y tomar bajo su control paques nacionales de Estados Unidos.
El comité de Recursos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos convocó la última semana a funcionarios de UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) para solicitar explicaciones acerca del alcance de la Convención sobre el Patrimonio Mundial.
La convención, que es administrada por la UNESCO, ha dado lugar a la creación de un comité intergubernamental con mandato para señalar lugares y monumentos como herencia o patrimonio común de la humanidad.
Entre los 469 sitios y monumentos distinguidos por la UNESCO como herencia común de la humanidad se cuentan el parque nacional de Yellowstone, el Gran Cañón del Colorado y la estatua de la Libertad, en Estados Unidos, y las pirámides de Egipto, el Taj Mahal, en India, y la Gran Muralla de China.
"Sólo el gobierno del país en que se encuentra el sitio o monumento del caso puede presentar propuestas" para la ampliación de la lista del patrimonio mundial, aclaró al comité de Recursos la responsable de la oficina de UNESCO en Nueva York, Nina Sibal.
La ONU y sus agencias especializadas, como UNESCO, "no tienen ninguna jurisdicción" sobre los territorios incorporados a esa lista, "que permanecen bajo jurisdicción nacional", explicó Sibal.
También destacó que la Convención sobre el Patrimonio Mundial surgió de una conferencia realizada en la Casa Blanca en 1965, y que Washington contribuyó entre 1994 y 1996 con 400.000 dólares al fondo de protección de los sitios y monumentos aceptados como herencia común de la humanidad.
El diputado Don Young y el senador Conrad Burns presentaron al Congreso de Estados Unidos un proyecto de ley para condicionar la autorización a la UNESCO en materia de designación de sitios históricos en Estados Unidos.
Foa puntualizó que la ONU no intenta tomar el control sobre ningún parque nacional en Estados Unidos. "Nosotros sólo otorgamos placas y premios, y eso no significa ninguna declaración de soberanía sobre los parques estadounidenses".
Australia, Malasia, Pakistán y Suecia propusieron el último año, al celebrarse el cincuentenario de la ONU, financiar la actividad del organismo mundial mediante un impuesto a los viajes en vuelos comerciales.
Un segundo impuesto se utilizaría para combatir la contaminación y otro se aplicaría a las transacciones financieras internacionales especulativas, de acuerdo con la iniciativa de los cuatro países.
La recaudación de los impuestos solicitados correspondería a los gobiernos nacionales, según se especificó en el proyecto.
Pero políticos derechistas estadounidenses, como Jesse Helms, presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado, acusaron al secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, de intentar racaudar directamente impuestos, aún en Estados Unidos.
"Hará frío en el infierno antes de que permitamos a la ONU obtener directamente impuestos de los contribuyentes estadounidenses. La ONU no es un gobierno mundial. Preferimos mantener el actual sistema, en el que los estados miembros hacen su contribución" al foro mundial, dijo Marc Thiessen, portavoz de Helms.
Foa replicó que la ONU "no pretende controlar el servicio de recaudación de impuestos de Estados Unidos, ni incorporarlo a ningún sistema impositivo internacional".
Los eventuales impuestos a los vuelos o a las transacciones internacionales "no guardan ninguna relación con el servicio de recaudación ni con los contribuyentes estadounidenses. Eso no está en consideración", consignó la portavoz.
Agregó que, en cualquer caso, Estados Unidos puede bloquear toda iniciativa que crea lesiva de su soberanía, pues dispone del derecho de veto que le otorga su condición de miembro permamente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Foa también refutó versiones de que la ONU proyecta crear un ejército bajo el mando de Boutros-Ghali.
Según un acuerdo internacional, 40 países han aceptado suministrar tropas a la ONU, para empleo a corto plazo y con destino a operaciones de mantenimiento de la paz, señaló.
Patrick Buchanan, aspirante derrotado a la candidatura presidencial republicana para las elecciones de noviembre, se declaró opuesto a colocar tropas de Estados Unidos bajo mando de la ONU.
"No aceptaremos órdenes de 'Boo-Boo' Ghali", dijo Buchanan, burlándose del secretario general de la ONU.
Así mismo, Boutros-Ghali fue acusado en la convención republicana del mes último en California de intentar convertir la ONU en gobierno mundial.
Declaraciones formuladas en la convención y cláusulas de la plataroma electoral de los republicanos "evidencian que, lamentablemente, muchas personas están mal informadas acerca de la labor de la ONU", según Foa.
A su juicio, resulta preocupante que un partido aspirante a gobernar Estados Unidos ignore las condiciones de reclutamiento de soldados para las operaciones de mantenimiento de la paz.
"Ningún país contribuye con tropas si no desea hacerlo, y Estados Unidos puede vetar cualqquier misión de mantenimiento de la paz. Aún si la aprueba, no está obligado a aportar soldados", explicó la portavoz.
"La ONU no es un poder extraño, sino que nos pertenece a todos", concluyó Foa. (FIN/IPS/tra-en/td/yjc/ff/ip/96
