La inmensa mayoría del patrimonio cultural italiano pasaría a la nueva República Federal de la Padania si se consumaran los sueños secesionistas de la Liga Norte, movimiento político que hará una declaración de independencia de esa región el próximo domingo con una manifestación.
Su líder, Umberto Bossi, aspira que integren la nueva república 10 regiones, entre las cuales Toscana y Véneto, donde se encuentran las ciudades de Florencia y Venecia, las llamadas capitales del arte, en un país donde se concentra 60 por ciento del patrimonio artístico mundial, según la Unesco.
Las ciudades del arte son también las que atraen la mayor cantidad de los 30 millones de turistas que cada año visitan Italia, con lo cual sería también un duro golpe a la economía de este país, para el cual el turismo constituye la segunda fuente de divisas después de la industria automotriz.
A estas dos ciudades se agregan numerosas otras que tienen un importante patrimonio cultural, como Milán, Pisa, Siena, Verona, Vicenza, Módena, Mantua, Ferrara, Génova, Turín. A la "pobre" Italia le quedarían principalmente las riquezas artísticas de Nápoles y Roma.
En el sueño de Bossi, la Padania debería estar constituida por las regiones Piamonte, Lombardía, Trentino, Liguria, Veneto, Friuli, Emilia Romania, Toscana, las Marcas y Umbria.
La proclamación de la nueva república padana coincidirá con una votación organizada y dirigida por la Liga Norte, en la que sus seguidores se pronunciarán por la secesión.
Bossi ha invitado a participar en la ceremonia a los embajadores de numerosos países, que se da por descontado que no participarán.
La manifestación del domingo, según los analistas, será el gran desafío que lanzará este movimiento al resto de las fuerzas políticas.
Todo no pasará sin embargo de una proclamación formal y de una acción de propaganda, sin ningún efecto práctico. El grupo secesionista no tiene mayoría ni en el conjunto de Italia y ni siquiera en el conjunto de las regiones que deberían integrar su nueva república padana.
La Liga Norte tiene en las regiones que deberían conformar la república padana un promedio de 20 por ciento de los votos, y en esas regiones la mayoría apoyó al nuevo gobierno de centro izquierda. A nivel nacional, la Liga alcanzó en las elecciones parlamentarias de abril pasado apenas el siete por ciento.
Durante la manifestación se invitará a los participantes a quemar copias impresas por la Liga de boletas de la tasa, de unos 100 dólares, que los italianos pagan anualmente para financiar la televisión estatal.
Sin embargo, los liguistas no quemarán sus pasaportes italianos, ni sus parlamentarios renunciarán por ahora a la Cámara de Diputados y el Senado, que funcionan en la que ellos llaman "la Roma ladrona".
El nuevo gobierno, surgido del triunfo electoral de marzo pasado de la coalición de centro izquierda, en que la fuerza principal la constituyen los ex comunistas, y donde están además ex democristianos, "verdes" y grupos de centro, ha minimizado el peligro de secesión, aunque no algunos de sus dirigentes.
A pesar que los diarios dieron amplia difusión en agosto a los anuncios de la proclamación de la república padana, en el mes de menor flujo informativo por la pausa política del verano, la gente, al parecer, le otorga escasa credibilidad a la iniciativa liguista.
Sin embargo, algunos dirigentes importantes, como el presidente de la Cámara de Diputados, Luciano Violante, del Partido Democrático de Izquierda (PDS), ex comunista, advirtieron que no hay que minimizar los peligros de estos planteos, por ridículos que puedan parecer.
Recordó que "el nazismo nació en una cervecería" y sostuvo que "la tolerancia tiene un límite, más allá del cual es complicidad".
A los que se limitan a tildar de "loco" a Bossi, Ferdinando Adornato, director de la revista mensual "Liberal", sostuvo que "no se puede hacer bromas con la pulmonía. Bossi es un riesgo, es el síntoma de una enfermedad grave que debe ser curada de raíz".
El escritor Saverio Bertone, miembro de Forza Italia, la principal fuerza de la coalición opositora de centro derecha que dirige el ex primer ministro Silvio Berlusconi, coincidió en que no basta decir que Bossi es un "bufón", sino que es "un peligro serio".
La Liga Norte se presentó en las elecciones parlamentarias de 1994 en la coalición de centro derecha y fue determinante en el triunfo de Berlusconi. Su retiro del gobierno provocó la caída del ex primer ministro.
En los últiimos comicios, celebrados este año, se presentó sola, pero sin agitar la bandera de la secesión, sino del federalismo. (FIN/IPS/jp/jc/ip/96) – – – –
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