El primer ministro de Japón, Ryutaro Hashimoto, viajará la semana próxima a Okinawa para confirmar su compromiso personal con esa isla sureña, cuya población exige el retiro de una base naval estadounidense.
La importancia de la visita del primer ministro a Okinawa fue subrayada por el diario Mainichi Shinbun, que citó "fuentes del gabinete" para sugerir que Hashimoto, líder del Partido Liberal Democrático, disolverá el parlamento a su regreso a Tokio, para convocar a elecciones.
Hashimoto anunció una inversión de 50 millones de dólares para el desarrollo económico de Okinawa, cuya población se pronunció categóricamente el último domingo por la clausura de la base militar estadounidenses o la reducción de su personal.
Casi 90 por ciento de los pobladores de Okinawa que tomaron parte de una consulta no vinculante votaron contra la presencia militar estadounidense en la isla.
La oposición de la población de Okinawa a la base es un asunto potencialmente explosivo que puede adelantar o postergar la decisión del primer ministro de llamar a elecciones nacionales.
Hashimoto consideró satisfactorio el resultado de la entrevista que este semana mantuvo con el gobernador de Okinawa, Masahide Ota, que se desplazó a Tokio con el recuento de los votos del domingo en su maleta.
La consulta puso en evidencia la magnitud del sentimiento colectivo antiestadounidense en la isla, según entendió la prensa, que realizó una amplia cobertura informativa de la campaña previa y de la jornada de votación.
El gobernador Ota participa en primera fila de la movilización por la reducción de la presencia militar extranjera y antes de entrevistarse con el primer ministro había criticado al gobierno por ignorar el pedido de los residentes de Okinawa.
Pero la fuerte presencia militar estadounidense es sólo parte de las preocupaciones de Okinawa, que redobló su protesta cuando hace un año, una estudiante de 12 años fue violada por tres soldados estadounidenses.
La otra cuestión apremiante radica en el comparativamente bajo nivel de vida de la isla. Okinawa es la provincia más pobre de Japón, y su ingreso por habitante es 27 por ciento inferior a Honshu, la gran isla que alberga a Tokio.
La tasa de desempleo, 6,3 por ciento de la población activa, duplica el promedio nacional.
Ota visitó a Hashimoto en vísperas de la convocatoria a elecciones parlamentarias y logró la promesa de ayuda al desarrollo de la isla y de traslado de las tropas estadounidenses o de reducción de su número.
El primer compromiso se cumplirá en 1997, pero el segundo no tiene fecha todavía. La reducción del personal militar estadounidense "requiere tiempo y una planificación efectiva. El caso de Okinawa no está cerrado, sino que sólo empieza", dijo Hashimoto.
El gobierno confía en que la visita del primer ministro a Okinawa consolide las posibilidades electorales de la coalición instalada en el poder.
Fuentes políticahimoto se proponía consultar a la coalición para disolver el parlamento antes del fin de septiembre y celebrar elecciones el 20 de octubre.
La cuestión de Okinawa se complica también por la negativa de los propietarios de las tierras en que se encuentra la base de Estados Unidos a renovar los contratos de arrendamiento.
Treinta y cinco propietarios se rehusaron a renovar el arrendamiento, pese a una orden judicial que los obliga a hacerlo. Un contrato ya ha expirado y otros caducarán el próximo año.
Ota insinuó que el caso de los terrenos se resolverá favorablemente si el gobierno presenta propuestas concretas para la reducción o el traslado de la base militar.
Según portavoces del gobierno, el gobernador también pidió el cese de los ejercicios que las tropas estadounidenses realizan con munición real, que exigen el periódico cierre de una autopista.
La mitad del personal militar de 75.000 hombres que Estados Unidos mantiene en Japón, y 75 por ciento de sus instalaciones castrenses en el país se encuentran en Okinawa.
La isla alberga una división de infantes de marina y otra de la fuerza aérea.
La importancia de la isla se debe a su ubicación, a medio camino entre las costas de Japón y Taiwan. Estados Unidos está en condiciones de movilizar rápidamente sus efectivos en Okinawa para responder a cualquier emergencia en el este de Asia.
Los potenciales puntos de conflicto son el estrecho de Taiwan, escenario a principios de este año de maniobras militares de China, y la península de Corea, dividida entre dos repúblicas desde la guerra de 1950-1953. (FIN/IPS/tra-en/mk/cpg/ff/ip/96) – – – –
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