MSG008G/01E AMBIENTE: Prospección de Amoco en Rusia presenta altos riesgos

Un crédito del Banco Mundial propuesto para la empresa petrolera Amoco, con sede en Chicago, para la perforación de Siberia occidental tendría serias consecuencias ambientales, advirtieron grupos de defensa de la ecología.

Un emprendimiento conjunto ruso planifica explorar en la búsqueda de petróleo en la región de Priobskoye Norte, sobre el río Ob, un área de densos bosques de pino y picea y delicados humedales.

Amoco, una empresa con ganancias anuales de 30.000 millones de dólares, realiza actividades de prospección de petróleo y gas natural en lugares tan distantes como Trinidad y Tobago, China y el delta del Nilo en Egipto.

La prospección afectará a los grupos indígenas khantim y posiblemente a los nenet y mansy, y también impactará sobre el pueblo selyarova, integrado por comunidades campesinas rusas que desde hace 60 años produce en granjas colectivas en las fértiles praderas alrededor del río.

La parte sur del Siberia occidental ha sido explotada durante los últimos 30 años, pero expertos ecólogos estiman que el resto de la región tiene depósitos adicionales de petróleo y gas por un valor de 1.500 billones (miles de millones) de dólares.

El nuevo emprendimiento de Amoco será conducido con Yuganskneftegaz, subsidiaria de Yukos, una de las cinco más grandes compañias petroleras de Rusia. Yukos es controlada por Menatap, un banco comercial ruso.

A pesar de la frecuente escasez de petróleo en Rusia, el principal mercado para el gas y el petróleo siberiano es Europa oriental.

Charles McPherson, funcionario del Banco Mundial a cargo del préstamo, y de posibles garantías financieras para las prospecciones propuestas por Amoco, afirma que el préstamo podría ser aprobado el junio, pero por ahora Amoco indicó que no invertirá si Rusia no da garantías de que podrá repatriar sus ganancias.

Pero Ellen Schmidt, autora de un nuevo estudio auspiciado por el Fondo Mundial para la Naturaleza y el grupo ambiental alemán Asociación para la Economía, la Ecología y el Desarrollo Mundial, sostiene que el proyecto presenta varios problemas.

Siberia occidental ya es un área de desastre ecológico, debido a las muchas filtraciones de petróleo. Cualquier accidente petrolero tendría "serias consecuencias que podrían llegar, río arriba, hasta el mar", dijo Schmidt.

El año pasado, operaciones de prospección en la región de Komi de la Rusia europea resultaron en un gran derramamiento que se limipió después que el Banco Mundial se apresurara a entregar un préstamo de emergencia de 100 millones de dólares.

Investigaciones recientes también revelan que los derramamientos de petróleo duplicaron o triplicaron la frecuencia de los incendios forestales, mientras la construcción de caminos produjo un influjo de nuevas industrias madereras que talan los bosques.

Los documentos del proyecto indican que varias especies de peces se verán afectadas por el proyecto. Además, Skipyunova, un sitio sagrado para los khanty, y Zenkova, sitio arqueológico de 450 años quedarán destruidos con la ejecución del proyecto.

Autoridades de Amoco aseguraron a IPS que trabajan duro para minimizar esos problemas. "Queremos dejar la menor huella ambiental posible, y hemos tomado todo tipo de pruebas de suelo, nieve, vegetación, agua y pesca para poder comparar en los años futuros", dijo Greg Clock, vocero de la compañía.

Walt Younkin, jefe de científicos ambientales de Amoco en Neftyugansk, dijo que la empresa también realizó numerosas reuniones con comunidades locales y les informó mensualmente sobre las actividades de la compañía, aunque admitió que "habrá derramamientos".

Para evitar la tala de la madera, Younkin dijo que la empresa no unirá las rutas del proyecto a carreteras preexistentes. "Operaremos mediante hidrodeslizadores y helicópteros" para evitar la tala ilegal, si el gobierno nos autoriza, informó el experto.

Sólo quedan 80 grupos indígenas en la región, y Amoco "firmó acuerdos para hacer pagos mensuales con la gente que tiene títulos de posesión de tierras", añadió.

Pero Gail Osherenko, antropóloga canadiense que trabaja con los nenets, rechazó la idea de que el proyecto tendrá un impacto mínimo.

Grupos rusos e indígenas sostienen que el proyecto no debe llevarse a cabo. En una reciente edición de "Taiga News", Alexei Griogoriev, de la Unión Socioecológica de Rusia, escribió que es necesario "evitar una pesadilla ambiental".

Según la consultora de inversiones con sede en Boston Kinder, Lyndenberg, Domini, Amoco no tiene los mejores antecedentes de gestión ambiental.

En 1992, por ejemplo, la compañía fue multada con 200 millones de dólares por un derramamiento de petróleo cerca de la costa de Francia, seis veces mayor que el de Exxon Valdez fuera de la costa de Alaska.

A lo largo de los años, la empresa ha debido pagar 500 millones de dólares en costos de limpieza.

En abril, Amoco debió pagar una multa de 400.000 dólares por descargas tóxicas en una nueva refinería de petróleo en Caspar, Wyoming, y según el Consejo sobre Prioridades económicas, con sede en Nueva York, también tiene una historia de desechar materiales peligrosos en tierras indígenas.

Las propuestas de Amoco para instalar icineradores en la tierra tribal kaw en Oklahoma, la villa Chickaloon en Alaska, tierras cheroquis en Carolina del Norte, navajo en Arizona y basureros en terriorio de tribus kaibab paiute, también en Arizona, han sido rechazadas por los indígenas en los últimos años. (FIN/IPS/tra-en/pc/jl/lp/en/96) – – – –

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